Con una emotiva ceremonia, más de mil católicos celebraron ayer la misa Crismal que fue presidida por el obispo de la ciudad, José Guadalupe Galván Galindo, en la Parroquia San José de Torreón.
Con este acto religioso dio inicio el Jueves Santo, día en que se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los óleos de los enfermos y catecúmenos, hechos con aceite de olivo. En esta procesión también se presentaron los perfumes que se usaron para la bendición y consagración de los óleos y se ofreció el pan y el vino para la eucaristía. Durante la homilía, 100 sacerdotes diocesanos y religiosos renovaron sus promesas de fidelidad y obediencia ante Dios.
En la misa se clamó porque que estos sean ungidos por el óleo de la humildad, de la oración y de la escucha de la palabra, de la profecía, de la paciencia y misericordia.
La celebración religiosa inició en punto de las 10 de la mañana y finalizó al filo del mediodía.
El obispo de Torreón dijo que en Semana Santa los católicos buscan acercarse a Dios.
