Enfrentamientos. Hostilidades entre el gobierno y los rebeldes en Siria no cesaron pese a los tres días de tregua pactados.
Al menos 50 personas murieron ayer en las provincias de Idlib y Alepo, norte de Siria, en el último día de la tregua de 72 horas declarada por el presidente del país, Bashar al-Assad, informaron activistas sirios.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) indicó ayer por la tarde que desde que el ejército sirio anunció el alto al fuego unilateral hace tres días, los ataques aéreos continuaron en todo el país, en particular en zonas bajo control rebelde en Alepo e Idlib.
Señaló que la principal alianza opositora armada del país dijo que respetaría la tregua siempre y cuando las tropas del régimen de al-Assad la cumplieran al pie de la letra, sin embargo ambas partes dispararon.
Ataques aéreos en la ciudad de Darkush, cercana a la frontera con Turquía, en la provincia de Idlib, causaron la muerte de por lo menos 22 personas y heridas a decenas más en esta jornada, precisó el grupo que tiene una extensa red de activistas.
Aunque el OSDH no ha podido confirmar quién llevó a cabo los bombardeos en Darkush, sugirió una alta probabilidad de que hayan sido aviones del ejército sirio o de los aliados rusos.
En tanto, la disputa armada entre el gobierno y los rebeldes en la sitiada provincia de Alepo habría cobrado 25 vidas y causado lesiones a más de un centenar de personas.
TRES DÍAS
El gobierno sirio declaró el pasado miércoles una tregua unilateral a nivel nacional de 72 horas con motivo de la festividad Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán, el mes sagrado musulmán.
Esta tregua fue la primera en ser declarada en todo Siria desde el cese a las hostilidades acordado con la mediación de las potencias extranjeras en febrero pasado con el fin de allanar el camino a negociaciones que pongan fin a la guerra.