Libere a Coahuila
Señor licenciado Manlio Fabio Beltrones, ojalá estas líneas lleguen a sus manos.
Lo admiro y lo felicito por estar apoyando a un priista en desgracia, lamentablemente es una mancha para el partido porque cuando se dio a conocer el fraude que hizo en Coahuila, no lo llamaron a cuentas para que aclarara a donde fueron a dar treinta y seis mil millones de pesos. Siempre guardaron silencio todas las instituciones del gobierno. Ahora puso muy en alto el país y al partido, Gracias a la Madre Patría por haberlo detenido y desenmascararlo la clase de persona que es.
Le pido señor Beltrones ya libre al Estado de Coahuila de los Moreira, primero está el PRI que los favores y amistades, que pague lo que debe allá y luego se le enjuicie aquí, que se le confisquen todas sus propiedades mal habidas.
Rubén también es cómplice por estar tapando ese fraude y el congreso lo ha estado ocultando, nunca han aceptado las denuncias que tiene Rubén congeladas. Es una vergüenza para el PRI ese apellido Moreira, una prueba más para el señor presidente, que demuestre que la justicia es para todos. Como dijo Rubén no hay delincuente que escape a la justicia. Rubén sigue endeudando al Estado, que llega a 42,000 millones de pesos y no transparenta en qué los gastó.
Jorge Martínez S.
Torreón, Coahuila.
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Los tuvo de ‘pechito’
En junio de 2014 el papa Francisco celebró una misa en Calabria, la ‘Ndrangheta’, mafia italiana de esa región había asesinado en un ajuste de cuentas a un abuelo y su nieto de tres años, horrible crimen, fueron quemados vivos en su auto, la comunidad estaba indignada.
El papa en su sermón sorprendió a todos excomulgando a los pertenecientes a la mafia y los puso como lazo de cochino, en un lugar acostumbrado a la omertá, el silencio que los protege, los presentes aplaudieron. En un México que llora todos los días por desaparecidos, que sufre por horrendos crímenes, flagelado por sus gobernantes cínicos, francamente yo creo que el papa en su visita a nuestro país se quedó corto en sus regaños.
Tuvo de “a pechito” a los meros diablos de los diablos, todos juntos en Palacio Nacional, sobre todo cuando estaban gritando “bendición, bendición”, hubiera quedado muy bien con nuestra dolida Patria, si les hubiera dicho, ¡Tomen su bendición, están todos excomulgados!
Roberto Barranco Aguilar,
Torreón, Coahuila.
