Leyes de fábula
Otra más, para deslumbrar a propios y extraños. Las modificaciones a la Ley de jubilados de la educación en Coahuila son dignas de publicarse en los gazapos universales de lo jurídico, como aquellas leyes de Santa Anna de cobrar impuestos por puertas y ventas de las viviendas. Ahora resulta que si el patrón, omite –voluntaria o involuntariamente aportar las cuotas para la seguridad social, el trabajador tendrá que pagarlas con los debidos intereses según los porcentajes bancarios vigentes. ¡Para Perogrullo!
Este gobierno enseña todo el cobre en materia legislativa gracias por un lado a la ignorancia de los asesores del gobernador y a la lacayunería del congreso de mayoría priista. Recordemos la retahíla de leyes de folletín que ha promovido el ejecutivo: 1.- la de pago de indemnizaciones de asesinados por el narco con cargo a los patrones 2.- la de cobrar derechos estatales a autos que portaran placas de otros estados 3.- la de las corridas de toros 4.- La más risible de todas: que se indemnizará al amante si es que falleciera, a cargo de la pareja supérstite 5.- La que mencionamos en cuestión. Esta última contra toda el derecho internacional del trabajo y rebatible hasta en países de bajísimo desarrollo social. La Corte la echará abajo.
¡Hasta dónde enseñarán el barro los componentes tanto del ejecutivo como del legislativo!. Ahí tenemos que el gobierno estatal lleva abonados más de once mil millones de pesos a la deuda del hermano incómodo, pero el total de la misma se elevó ya a 38 mil millones. ¿Cuándo se pagará el total? Dentro de cien años, si se sigue a ese paso.
Vea el ciudadano los enjuagues y la naturaleza del poder, ese que se sostiene a publicidad triunfalista, programas asistenciales con despensas rancias y sobre todo con prebendas a liderzuelos y liderzuelas de baja calaña regados por toda la población y que a cambio de mendrugos vitorean lo condenable aquí y en todo el mundo. ¡Se dará cuenta la clase politiquilla del ridículo que hace, tal vez ni lo nota! No lo creamos, bien que se dan cuenta, pero sigue con su libretillo ya muy conocido. ¡Vaya estado en que nos tocó vivir!
Miguel Ángel Hernández,
Ciudadano de Torreón.
¿Quién le dio la pensión?
Como se ve, las influencias sí sirven en este México, al otorgar una jugosa pensión al ciudadano Humberto Moreira, sin comprobar ese derecho en base a los años trabajados en los salones de clases, solamente teniendo amistades e influencias se logran las cosas por nunca trabajar, mientras que algunos maestros lo han sacrificado todo en aras de dar educación y preparación a cientos de niños y jóvenes. El dinero ¿de quién es? Lógico es del pueblo, pero ¿quién lo administra? A esa persona se le debe cuestionar por qué lo hizo, aquí todos trabajamos para un día cuando estemos viejos contar con una pensión razonable para poder vivir y no depender de nuestros hijos o parientes, ¡qué poca! Tienen algunos funcionarios corruptos que se la pasan haciendo tranzas, esto no es de ninguna manera justo, al menos deberían de la cara y demostrar por qué se le otorgó dicha pensión, todos los comités del sindicato de maestros tienen la palabra.
José Hernández,
Ciudadano de Torreón.