La libertad y el caos
Lamentable el camino de civilización que llevamos al aspirar a gozar de todas las libertades para todas las personas.
Hoy la televisión abierta sin ninguna censura proyecta todo lo que le reditúe ganancias sin importar las consecuencias de degradación social que produce así vemos un canal exclusivo a la música bravucona de banda, otros canales con El Señor de los Cielos o la Reina del Pacífico a otros que reducen a la mujer en figura sexual como lo ofrecen en un canal local que repite la programación de Monterrey, con cero contenido cultural o de valores.
Por otro lado leyes que autorizan los matrimonios unisexuales, o adopción de niños por los mismos, es normal escuchar programas en la radio como “La Caliente” cuyo contenido es de deplorable diversión en base al morbo. Es decir, nos quejamos del nivel de criminalidad y la escasez de valores pero permitimos que el orden el respeto el lenguaje y por supuesto los valores sean pisoteados; a ese paso pronto veremos a las personas que haciendo uso de su libertad hagan el sexo en público, o por qué no, sus necesidades fisiológicas. Y hoy permitimos que barbajanes digan groserías en los medios de difusión, escuchamos pues en la calle a personas que en mi época eran señoritas, hoy ruborizan a un bolero de la alianza, expresándose con puras majaderías, oiga usted, ¿y los tatuajes? Son señales de no sólo mal gusto sino exceso de libertad que le dicen al mundo hago lo que me de la gana con mi cuerpo, pues por lo tanto con mis padres, familia y todos los demás. Y la verdad las personas mayores preguntamos a donde está Gobernación y Educación Pública que en épocas pasadas censuraban los contenidos, el lenguaje, el respeto, la decencia y la cultura definitivamente es una buena medida, el prohibir en público los narcocorridos que bueno que por algún lado se empiece a revertir este proceso de degradación social. Porque aparentemente estas expresiones de libertad van dando pie a otros más graves y así sucesivamente.
Cuando su servidor era joven pensaba que el poder residía en el presidente y gobernadores, después con los años pensé que residía en las cámaras de diputados y senadores porque ahí nacen las leyes, hace algunos años supuse que estaba el poder en los partidos puesto que ellos designan a los diputados y senadores y les dan la línea y de este caldo de pillos emana el gobierno así que hasta ahí pues decía que vivimos en una dictadura de partidos. Sin embargo, hoy que veo a las televisoras producir y proyectar toda clase de basura muy vendible y sin que nadie los censure ni Educación Pública ni Gobernación ni nadie, me doy cuenta que las televisoras son intocables y que partidos, diputados y senadores son señores al servicio de estas empresas que producen basura y que la venden muy cara. Pero también siempre he pensado que al final nosotros el pueblo somos los que permitimos que todos estos sujetos detenten el poder. Y que de alguna forma les interesa un cuerno a donde están llevando a la sociedad, sin embargo, tarde o temprano esta irresponsabilidad la pagaremos todos, no nomás el pueblo como hoy sucede, también ellos los empresarios de medios serán devorados por su propia y desmedida ambición y nula ética en su proceder.
Ante esta realidad absoluta de que el sistema nos absorbe a todos no nos queda más que elevar nuestras plegarias al Señor para que de alguna forma empresarios, gobernantes, diputados, senadores y pueblo en general tomemos la pequeña o grande parte que nos corresponde de esta responsabilidad compartida y tratemos de heredar a nuestra descendencia un México mejor con mejores costumbres de expresiones culturales en general y que Dios nos libre de nuestras propias ambiciones y todos recobremos la sensatez y el buen juicio de que el orden, la educación, el correcto lenguaje y el vestir con respeto a la sociedad, podrá recobrarse la nación de la degradación galopante que hoy vivimos y lo más lamentable con trayectoria de empeoramiento cada día. Muchas gracias.
ATENTAMENTE:
Ing. Arturo Pedro Salas Juárez
Torreón, Coah.