925 millones de personas pasan hambre en el mundo
Acción Contra el Hambre ha lanzado una llamada a la solidaridad a través de una campaña publicitaria bajo los eslóganes: “Emergencia: hambruna en Somalia”, “La mayor sequía de los últimos años está afectando a Somalia”. Por otra parte, “Ayúdanos a despegar enfermedades” es el eslogan que, a través de una campaña publicitaria, ha lanzado AMREF, la mayor organización internacional sanitaria de origen y gestión completamente africanos. El nombre corresponde a las siglas de African Medical and Research Foundation (Fundación Africana para la Medicina y la Investigación). El equipo humano de AMREF está formado por 850 profesionales (el 97 % de ellos africanos), que trabajan en las oficinas de Kenia, Uganda, Tanzania, Etiopía y Sudáfrica. Allí se gestan, se dirigen, se analizan y se ejecutan todos los proyectos que se centran en el Sida, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades de transmisión sexual.
También el hambre está produciendo auténticos estragos entre la población. El área más afectada es África subsahariana. La escalofriante cifra de 925 millones de personas malnutridas, según un informe de la FAO, la Organización de Naciones Unidas para erradicar el hambre, están sufriendo las consecuencias del retraso en la consecución del primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reducir a la mitad el hambre en el mundo en el año 2015. ¿Se ha conseguido?
Por otra parte, un reciente informe de la ONU afirma que el este y el centro de África sufre una crisis crónica que requiere esfuerzos más allá del de la ayuda de emergencia. Se necesitan reformas estructurales a largo plazo. En Mauritania “sólo los niños desayunan, los mayores hemos pasado de tres a dos comidas al día o a una comida”. “Pero nuestro principal problema es el agua”. La transportan animales de carga y deben recorrer unos cinco kilómetros hasta el río Gorgol. El Gobierno ha puesto en marcha un plan urgente con el que tratará de asegurar alimentos y agua potable. “Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual”, aseveraba Martin Luther King.
Clemente Ferrer,
Madrid, España.
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Mantener la producción agraria
La demanda mundial de productos agrarios puede llegar a duplicarse en la segunda mitad del siglo XXI. El rápido crecimiento poblacional demanda un suministro alimentario mayor al que se pueda dar respuesta con una mayor producción agraria. Esto se puede conseguir a través de dos formas: aumentando la productividad de los cultivos sin destinar más tierras a la agricultura o expandiendo los campos de cultivo para incrementar la productividad.
Debido a que la tierra disponible para la agricultura es limitada, se prevé que en torno al 90 % del crecimiento futuro productivo vendrá dado por el incremento de la productividad, mientras que sólo un 10 % vendrá por la expansión de la superficie cultivada. Para analizar este reto se ha elaborado el estudio ‘The High Value to Society of Modern Agriculture: Global Food Security, Climate Protection, and Preservation of the Environment’ (El alto valor de la agricultura moderna para la sociedad: seguridad alimentaria mundial, protección del clima y preservación del medio ambiente).
El estudio analiza los beneficios ambientales del incremento de la productividad de los cultivos frente a la expansión de los mismos. Valora también los beneficios sociales de la agricultura moderna, sin dejar de lado los beneficios ambientales. Un análisis basado en la experiencia y necesidades de la Unión Europea. El estudio concluye que los beneficios ambientales del crecimiento de la productividad son muy superiores a los beneficios económicos directos de la expansión de la superficie productiva. Personalmente, si me piden hacia donde, sin duda soy partidario de la productividad.
Domingo Martínez Madrid,
Burgos, España.