Nacimiento, migración de infantes
Definición de migración: moverse del punto ‘a’ al punto ‘b’ para establecerse en este último. Siendo fieles a esta definición, el nacimiento de una niña o un niño representa la migración de estos pequeñitos a un nuevo ambiente, el cual ellos comienzan a explorar tan pronto llegan allí.
Aunque los niños que aún no han hecho esta migración, puede recibir estímulos del exterior, es decir, pueden escuchar sonidos como la voz de su madre y su padre, la música, sentir cuando alguien toca el vientre que los protege, y hasta sentir los desniveles de las desastrosas calles de la ciudad (incluso reaccionan física y emocionalmente a todos estos estímulos).
Con el nacimiento, la experiencia del nuevo ambiente pasa a ser completa, sólo por el hecho de realizar dicha migración, la cual es algo normal, natural e inherente a la especie humana y su supervivencia.
Si estás leyendo estas letras es porque ya hiciste una migración (y desde hace mucho), pero no sólo tú, yo también, incluso los respetables directores de esta casa editora, desde que estaban en los cuneros del hospital ya habían realizado esa migración.
Sin embargo, hoy vemos que desde altas esferas del poder, personas adultas que ya hicieron esa migración, pretenden negárselas a los pequeños niños y niñas que están próximos a realizarla.
Me encantaría poder decir que nuestro gobernador Rubén Moreira apoya y defiende esa migración, pero no es así. Su agenda política incluso contempla “clínicas” especiales donde habría “médicos” que en vez de curar enfermedades o en vez de facilitar esa migración de los niños y las niñas, se las impedirán, o lo que es lo mismo, les provocarán la muerte antes de que los pequeñitos logren migrar al mundo exterior.
Lo que menos necesitamos en México es que los “grandototes” se sientan superiores a los “chiquitos”, y que estos últimos (representados por los infantes indefensos) sean discriminados por adultos ya crecidos en posiciones de poder.
Hoy en día está de moda el tema de la migración y los muros, y se ve mucha hipocresía al respecto. Ante la hipocresía cabe mencionar esta frase: “Un amigo hiere con la verdad, para no destruirte con la mentira”.
Dime ¿Cuántos muros ves en tu entorno? Y no me refiero a los muros que separan países, sino a mexicanos de otros mexicanos en su propio país. ¿Cuántos muros ves en Torreón? ¿Verdad que las colonias amuralladas están brotando en toda la ciudad? Muchas de ellas incluso con múltiples casetas de vigilancia en el trayecto al domicilio buscado.
¿Acaso no suelen tener allí su casas los políticos del alto nivel? ¿Acaso las grandes empresas no suelen también erigir gigantescos muros que las circundan y protegen? ¿Y qué tal los palacios de gobierno y las “Casas Blancas”? ¿Acaso no parecen fortalezas medievales fuertemente resguardadas?
Los muros altos están surgiendo no sólo en Torreón, en todo México. ¿Por qué tantos muros entre mexicanos? Vaya, se están levantando muros hasta para impedir que familias de indígenas crucen en busca de comida hacia zonas protegidas para ¡animales! En medio de todo esto, debemos proteger a las niñas y niños más indefensos, y respetarles esa migración legítima y natural a la que tú y yo tuvimos derecho, la migración al mundo exterior.
Si México ignora esta tarea, dejará de ser México como tal y caerá en la profunda miseria general y bancarrota moral.
Antonio Gerardo Arias Galán,
Torreón, Coahuila.