Comentario sobre el puente
Parece que el tema de hoy es el deslizamiento en la estructura del puente en el periférico de la ciudad de Torreón. Sin duda es algo que se veía venir. No por que supiera lo que pasaría en ese puente, sino porque, sin duda, es el resultado de la corrupción que ha existido históricamente en nuestro país.
Funcionarios públicos que reciben recomendaciones de sus superiores para que dejen pasar las inconsistencias o anomalías en los cálculos o en las bitácoras de construcción, constructores que bajan la calidad de los materiales para compensar los diezmos que tienen que entregar a los funcionarios.
Por otro lado, los transportistas (como ejemplo), que no cumplen con las normas de pesas y medidas para sus equipos, con la finalidad de obtener más ganancias y esto sumado a la complicidad de las autoridades al no hacer cumplir estas normas previamente estipuladas.
El resultado de esta ecuación no fue el colapso del puente, fue de la sociedad en su conjunto la que está colapsando. Por un lado, los ciudadanos culpando a su gobierno y, por otro lado, el gobierno defendiendo su inocencia culpable. La reacción de los ciudadanos es lógica, es natural después de tantos años con un gobierno corrupto y por demás opaco o sin transparencia. Por otro lado, un gobierno que no quiere aceptar su incapacidad de gobernar.
Las explicaciones del director de Obras Públicas fueron complejas, poco entendibles desde el punto de vista del común denominador de los ciudadanos.
Desde mi punto de vista, incluso ofensivas, falto de tacto y tolerancia. Aprendido de la actual administración.
El gobierno, en sus tres niveles (federal, estatal y municipal), lejos de buscar entendimiento y acercamiento con sus gobernados para solucionar de inmediato el problema, se ha enfrentado abiertamente con ellos y las reacciones serán las lógicas.
Con un poco de sentido común, ese puente tiene fallas estructurales como las tuvo el Distribuidor Vial Revolución. Lo preocupante es, ¿Cómo están los demás puentes o pasos deprimidos, y en qué momento colapsarán?, ¿Cuántas vidas cobrará más la corrupción?.
Si mi mente no falla, como regularmente sucede, ese puente fue construido en la administración de Enrique Martínez (fui miembro del Comité de ISN cuando se autorizó su construcción), y el paso deprimido (o como se llame) fue a finales de la administración de Don Humberto Moreira. Si las matemáticas no mienten, ese puente no tiene la vida probable que mencionó el director de Obras Públicas, de quien es reconocida su buena capacidad técnica más no política.
Creo que el gobierno debe dejar a un lado su arrogancia y soberbia para enfrentar, junto con sus gobernados, el problema de inmediato
Eso y todo lo demás.
Víctor Alducín
Torreón, Coah.