Que Dios nos agarre confesados
En enero de este año 2016 se inauguró el teleférico de la ciudad de Puebla, aunque su apertura se había programado para el año 2013, ese no fue el único error de cálculo del proyecto, también en la distancia a recorrer, fue la mitad del recorrido presupuestado, y si como usted se lo está imaginando, costó más del triple del plan original, es como si usted compra algo, le dan la mitad y le cobran el triple, desde luego los más de cinco años que duró la construcción se ventilaron en algunos medios, escándalos de corrupción, no hubo licitaciones, y desde luego jugosos contratos para los constructores consentidos, de los que dan los buenos “moches”, y desde luego familiares y cuates, para todos hubo por eso salió tan caro el teleférico, y claro no se fincaron responsabilidades, todo lo contrario, el encargado del “negociote”, el Sr. Antonio Gali , ahora es el gobernador por el PAN-PRD, incondicional y socio del actual gobernador Moreno Valle. O lo que es lo mismo, no tenemos remedio. Tenemos que irnos preparando ahora que ya empezó la construcción de nuestro teleférico, que Dios nos agarre confesados.
Roberto Barranco Aguilar,
Torreón, Coahuila.
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¿Coahuila adeudado?
De risa la controversia que se ha desatado por el asunto de la deuda de Coahuila. Algunos sostienen que son más de 40 mil millones lo que adeudamos. Pero luego sale el Sr. Gobernador Moreira para aclarar con énfasis que no, que la deuda apenas llega a 38 mil millones, quizá pensando en convencer a los coahuilenses de que no hay por qué preocuparse ya que la deuda no llega a los 40 mil; 38 mil o 40 mil lo mismo da. Dicha deuda está generando un monto enorme de intereses que desde luego hay que pagar al sufrido y nunca comprendido sistema bancario. Pero superendeudados y todo, el despilfarro, tanto a nivel estatal como a nivel municipal continúa a tambor batiente. Por ejemplo, de un tiempo acá y con el menor pretexto, a las autoridades les ha dado por hacer presentaciones de conjuntos “gruperos” de moda o artistas conocidos que congregan a miles de torreonenses a presenciar dichos espectáculos en la denominada Plaza Mayor.
Digo, si esas presentaciones fueran esporádicas, pues bueno, es justo y necesario de vez en cuando y cuando se justifique, darle diversión a la población. Pero aquí ya caímos en un exceso de gasto y de diversión pues por lo menos cada ocho días se realizan esas presentaciones que deben costar un dineral. Hay semanas en que hay dos o tres presentaciones similares, ¿por qué?, ¿quien paga todo eso? ¿De dónde sale el dinero si por un lado el Estado está quebrado y el Municipio otro tanto? ¿Cual es el propósito? Y luego para rematar, a estas presentaciones le agregan el salvajismo de la cohetería. ¿A quién se le ocurre tronar cohetes de alta potencia a las 11 o 12 de la noche? Luces de bengala espectaculares (y seguramente muy caras) y verdaderas bombas atronadoras propias de un país en guerra. Yo vivo a 5 cuadras de la Plaza mayor y hasta acá retumban las salvajes explosiones. ¿De qué se trata? ¿Qué hay detrás de todo este dispendio? ¿Quién o quiénes se estarán beneficiando con estos excesos, propios de una comunidad atrasada e ignorante?
Héctor Astorga,
Torreón, Coahuila.
