Soy profesor...
Soy profesor, titulado en educación primaria y media superior. Me gradué con esfuerzo y honor.
He trabajado durante muchos años con dedicación, insistencia, y todos los recursos a mi alcance, para bien de quienes han pasado por mi aulas como discípulos temporales de mis cátedras.
He sido profesor rural, en áreas del estado totalmente alejadas de la civilización, carentes de los servicios mínimos básicos para, no sólo desarrollar mi labor, sino poder vivir en las condiciones de esas comunidades. Aún así, dedicamos jornadas dobles de trabajo, incluidos fines de semana para sacar adelante a nuestros alumnos.
También he desempeñado mi trabajo en universidades de prestigio y a nivel particular, siempre anteponiendo lo mejor de mí, para desarrollar de la mejor forma, la noble y desinteresada labor magisterial.
Aún así, desde algunos años atrás, nuestra profesión, lejos de ser reconocida, ha sido señalada por nuestras mismas autoridades, como una actividad próxima a un oficio, donde el pago que recibimos, no corresponde a las horas y a la capacidad profesional que tenemos.
Es tan así, que la ahora, muy mencionada Reforma Educativa, abre las puertas a CUALQUIER persona con estudios diferentes a la Pedagogía y Didáctica, para ser mentores en los distintos niveles educativos.
Nada más desastroso para un país que esto.
Se nos señala como incompetentes y se nos exige ser evaluados. Yo personalmente, me distingo por ser de los mejores profesores en el ámbito nacional, mas no soy el único. Somos muchos!
Erróneamente, padres de familia, autoridades, medios de comunicación y políticos, se han dado a la tarea de atacarnos y menospreciar, tanto a la persona como a la profesión que ejercemos.
La mayoría, por no decir todos, carecen de un sentido y conocimientos suficientes para emitir sus juicios.
Soy profesor y como tal, no puedo permanecer callado e insensible a todo lo que está pasando a nuestro alrededor.
No importa si mis compañeros están cerca o lejos.
Conozco el trabajo, la profesión, los esfuerzos, los sacrificios y el valor de levantar la cara, las manos, la voz, para señalar la injusticia y el abuso.
La EDUCACIÓN nos hace libres!
Nuestra formación y liderazgo nos obligan a tomar iniciativas que muchos NO tienen.
Muchos de ustedes que siguen publicaciones locales, nacionales e internacionales; que publican en redes sociales cosas absurdas y estúpidas; que apoyan y comentan fenómenos vanos; que siguen el futbol y se martirizan con algo tan intrascendente como un resultado de un partido, tienen a sus hijos en manos de profesores. Dónde está su apoyo?
La sociedad entera, qué hace ante los actos bárbaros que se están cometiendo, no sólo en contra de los profesores? La población también está en la mira.
Usted y yo estamos del mismo lado, pero en diferente perspectiva.
Aún así, todos somos afectados.
Gerardo Raúl Muñoz Velázquez
Profesor de Torreón
