En Durango, cambio de poderes
Jorge Herrera Caldera, pasó a ser el último de los gobernadores de la larga era priista que gobernó a Durango durante cerca de nueve décadas, la alternancia en su gubernatura llegó en un año -2016- en que el PRI atraviesa por una desgastante crisis de su imagen.
Esta norteña entidad, lleva muchas décadas figurando como una de las más atrasadas de México, según estadísticas de la CONEVAL. Sus altos índices de pobreza son dramáticos, inocultables, contrastan con el alegre panorama que Herrera Caldera publicitó durante los días previos a la conclusión de su mediocre sexenio. O sea, la deprimente realidad es ignorante, desconoce al fantasioso Durango que gobernó.
El Mezquital, Otáez, San Dimas, Canelas y Tamazula, son los cinco municipios donde más del 50 por ciento de su población vive en la pobreza, sus habitantes padecen rezago educativo, ausencia de servicios de salud, falta de seguridad pública y desnutrición. El Mezquital, lleva muchos lustros ocupando el primer lugar como la municipalidad más pobre de la entidad, y una de las más atrasadas de la República Mexicana.
La desigualdad social es patética en los cinturones de miseria de las ciudades y en el medio rural, contradice a la apabullante publicidad autocomplaciente que Jorge Herrera Caldera, pagó con derroche de recursos públicos en la prensa regional y nacional.
Además, Aispuro Torres heredó obras sin terminar de su antecesor en diversas regiones de la entidad. En La Laguna duranguense se encuentran inconclusos el Hospital General de Gómez Palacio, las nuevas instalaciones en los terrenos de la antigua jabonera La Esperanza y el puente sobre el río Nazas (correspondiente a Durango), que comunicará a la Zona Industrial gomezpalatina con Torreón.
Por otro lado, la deuda pública estatal ha crecido como bola de nieve cuesta abajo, la administración de Ismael Hernández Deras dejó un pasivo de 2,313 millones de pesos, para esta fecha esa cifra es la punta de un iceberg. El principal acreedor de la hacienda pública duranguense es la banca privada.
Según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), al concluir el mes de abril del año en curso, el pasivo público de Durango con diversas instituciones financieras no es de 6.5 millones de pesos como lo reveló la Cuenta Pública del Estado en los últimos días de Herrera Caldera, sino de 7.5 millones de pesos.
Para el año 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que cada duranguense debía 4,272 pesos en las cifras de la deuda, cantidad que indudablemente se habrá de haber elevado al cierre de la administración saliente.
En resumidas cuentas, la obesa deuda pública que dejó Jorge Herrera Caldera a la sociedad que gobernó, se incrementó en un 225 por ciento a partir del arranque de su gestión, tomando como fundamento los análisis financieros derivados de la Cámara de Diputados y del CEFP.
En su discurso de toma de protesta, José Rosas Aispuro Torres dijo que recibía en condiciones “crìticas” la hacienda pública estatal, por lo que se infiere que ya tiene información de la desastrosa situación que la misma padece. En días anteriores a su acceso a la gubernatura, la prensa publicó que el monto de la deuda pública podría llegar a la cifra de 15 mil millones de pesos, lo que equivaldría a un récord histórico.
Aispuro Torres, ofreció durante los días de su campaña política efectuar una seria e imparcial auditoría a las arcas duranguenses, si obtenía el triunfo en los comicios como así sucedió; intención que deberá cumplirla, es impostergable. Está empeñada su palabra y debe rescatarla. Además, es un enérgico reclamo ciudadano.
El ácido y estridente abucheo que recibieron Jorge Herrera Caldera, así como los legisladores y exgobernadores priistas por parte del público durante la ceremonia de cambio de poderes el pasado jueves 15, exhibió el irritado rechazo de una sociedad duranguense que ya estaba harta de los caducos y fraudulentos cacicazgos del PRI.
El desafiante reto que José Rosas Aispuro Torres, tiene ante el pueblo de Durango, es la de encabezar un gobierno que verdaderamente busque solucionar la problemática social imperante. Y, sobre todo, combata la corrupción y castigue sin excepción alguna a todo aquel execrable funcionario que se haya enriquecido o lucre ilícitamente con el dinero público.
Domingo Deras Torres.
Gómez Palacio, Dgo.