Lamentable carretera
La carretera de Cuencame a Fresnillo es un tormento, un verdadero calvario, son aproximadamente cuarenta kilómetros de baches saliendo de Cuencame, es verdaderamente increíble la miseria de autoridades que vivimos los mexicanos, por amor de Dios que alguien haga algo. Es la ruta principal de la nación que conecta Ciudad Juárez con Cuidad de México.
Suena ridículo imaginarnos que la columna vertebral de comunicación de la nación este en ese estado.
Señores representantes de la nación, émulos de la película La ley de Herodes, que manos les faltan para sangrar las arcas de la nación, que no inviertan en tal vía, ya sabemos que no hay dinero, pero por su madrecita Santa no estorben y den las facilidades para que la iniciativa privada invierta.
El Golden Gate de San Francisco se construyó en plena recesión, y todas las personas que participaron con acciones desde cincuenta centavos de dólar, al día de hoy siguen dando dividendos, es ejemplo de lo que pudiera hacerse, ya basta de que a la brava tengan amolada a la nación. Estos hoyos nada tienen que ver con las recientes lluvias, esta destrozada carretera tiene, que me conste más de seis meses, tal vez años en ese estado. Es no únicamente molesto, también es destrozar suspensión de su vehiculo y llantas, hasta allí puede decirse que también es más tiempo en su traslado y es el costo de reparar su vehiculo sin embargo el problema fuerte y hasta criminal es como esta situación puede ocasionar accidentes tal vez mortales, por que los vehículos de todo tipo desde autos, autobuses, tráileres y hasta tractores, invaden los carriles contrarios para ir sorteando los hoyancos en ambos sentidos, hay áreas que inclusive huelen a neumáticos quemados y también balatas por los continuos frenazos intempestivos, hay tráileres que levantan humo de balatas y llantas quemadas y polvo por los imprevistos frenazos para no embarrarse con vehículos en sentido contrario.
Por otro lado incorporase a la autopista a Torreón es un placer, por que son dos carriles y medio con curvas suaves y buena señalización, son ciento diez kilómetros que por un costo muy razonable de aproximadamente un peso con ochenta centavos por kilómetro, pues es extraordinariamente aceptable dada la velocidad, comodidad y sobre todo seguridad que significa.
Bueno sería que absolutamente todas las carreteras fueran de pago, y que se abriera a la inversión privada, este segmento de las comunicaciones ello verdaderamente llevaría a nuestra nación al primer mundo. Dios quiera que sopesemos adecuadamente todos, que este costo aparentemente oneroso a la larga y a la corta, también significa menores tiempos de traslado de personas y mercancías, menos consumo de gasolina, menos contaminación, menos desgaste de vehículos, pero sobre todo mas seguridad, pero oiga usted, que alguien repare esa lamentable carretera de terror y que Dios ayude a las personas que por allí y por mera necesidad deban circular.
Ojalá el flamante nuevo Gobernador se eche este trompo a la uña y que Dios nos ayude a todos y también al nuevo Gobernador para que encuentre los recursos necesarios para esta obra.
Muchas gracias. Atentamente:
Ing. Arturo Pedro Salas Juárez,
Torreón, Coah.