Más sobre el pH de nuestro organismo
En mi anterior comentario manifestaba mi extrañeza del porqué la ciencia médica hacía poco caso de la enorme importancia de lo que el “potencial Hidrógeno” (pH) significa para la salud siendo que lo es todo ya que si éste factor se desequilibra, se da paso libre a cualquier enfermedad, según lo afirma el Dr. Robert O. Young, doctorado en Medicina, Microbiología y Nutrición y quien recomienda la “dieta alcalina” para preservar la salud o readquirirla en caso de que se haya perdido.
Según he entendido lo que propone el Dr. Young, en nuestros primeros años de vida lo normal es que gocemos de buena salud dado el pH neutro o ligeramente alcalino (7.3-7.4) con que nacemos. En esta etapa, nuestro organismo va acumulando toda clase de virus, bacterias, hongos y parásitos que se acomodan en ciertas partes del cuerpo denominados “reservorios”. Son en principio microorganismos que lejos de perjudicar, algunos (cierto tipo de bacterias) ayudan a la conservación de la salud. Pero son nuestros malos hábitos alimenticios, los trajines y problemas de la vida, el medio ambiente contaminado, los excesos, etcétera, nos van afectando poco a poco el pH y lentamente, sin casi darnos cuenta, vamos acidificando nuestro cuerpo. Esto da lugar a que nuestras células empiecen a tener problema para oxigenarse y a nutrirse convenientemente iniciándose así el desequilibrio del pH.
Si la situación anterior no se corrige a tiempo y continuamos con nuestros malos hábitos alimenticios y desorden en general, el entorno de las células se vuelve ácido dando lugar a que las bacterias, los virus, hongos etcétera, ubicados en los “reservorios” se vayan tornando agresivos a tal grado de ir afectando células débiles (falta de oxígeno) y convertirse en focos ácidos que a su vez generan alguna enfermedad.
¿Y cuál podría ser la solución? El Dr. Young y otros especialistas de fama mundial proponen revertir la acidificación del organismo y llevarlo a una situación neutra o ligeramente alcalina. Esto se logra modificando nuestros hábitos alimenticios consumiendo un alto porcentaje de alimentos alcalinos (los hay de sobra) y oxigenarse mediante el ejercicio adecuado a la edad.
En un comentario anterior aclaré que yo no soy médico, soy agrónomo últimamente interesado en asuntos de salud. Y todo lo que he venido compartiendo proviene de consultas en Internet de publicaciones que han hecho destacados científicos mundiales como el propio Dr. Young, el Dr. Julio Simonsini (oncólogo italiano) y el Dr. Sang Whang quien sostiene: “es el exceso de ácido en nuestro cuerpo lo que cultiva el cáncer”.
Desde luego, estas tan sencillas y económicas propuestas para curar enfermedades no han merecido la atención debida de la comunidad médica internacional y menos aún de la industria farmacéutica mundial, antes bien, se han dedicado a condenar y a hacerles la vida difícil a quienes las promueven.
En breve, si ustedes me lo permiten, les enviaré más información sobre este tema. Les envío un cordial saludo.
Héctor Astorga,
Comarca Lagunera.
