Unidos por una causa
Escribo a las mujeres, hombres, ancianos y niños coahuilenses y manifestarles mi respeto y admiración por su digna lucha por un Coahuila próspero. No es fácil sacar palabras de la impotencia del dolor y de la rabia saber que los malos gobiernos ignoran los reclamos de justicia.
De ver y sentir como manipulan las leyes para simular justicia y que la desmemoria envuelva las deshonestidades de quienes equivocaron el camino de un buen gobierno. Ese irrazonable proyecto equívoco del gobierno en turno donde mujeres, hombres, ancianos y niños coahuilenses sin más culpa que haber nacido en un estado donde el actual gobierno ha unido el nepotismo con la corrupción y la impunidad.
La desgracia llegando a quienes ni la esperaban ni la merecían. la irresponsabilidad de quienes la propiciaron la complicidad a la no continuidad y postergación de una investigación a fondo, es decir, exigiendo escarmiento para los responsables, justicia para los coahuilenses y la adopción de medidas que impidan que la maldición se vuelva a repetir.
Cuando esa maldición es sembrada y cultivada por la negligencia y la irresponsabilidad del gobierno que ha convertido la ineptitud en negocio, las preguntas crecen y se extienden ¿por qué?, ¿quiénes son los responsables?, ¿qué se hace para que nunca más se repita esta pena?
Los coahuilenses en este gobierno actual sólo hemos visto desprecios, burlas, simulaciones, y mentiras, donde desde el poder estatal se trenza para esconder a familiares y amigos es una infamia. No se han arrepentido, no lo harán, siguen en sus juegos donde ellos ganan y todos los coahuilenses perdemos, lo que quieren es el conformismo frente a la irresponsabilidad que hundió e empobreció las vidas de los coahuilenses. Porque ustedes hombres y mujeres coahuilenses llevados por la desgracia a esta lucha por la dignificación de un gobierno que viva para servir y no se sirva para vivir.
Ustedes coahuilenses son seres extraordinarios que despiertan la esperanza en muchos rincones de nuestro estado, como extraordinarios son mujeres y hombres coahuilenses que han echado a andar de nuevo la caravana por un estado con paz, justicia y dignidad, y recordarles a quienes mal gobiernan a los criminales a los saqueadores y al estado entero que es una vergüenza el nada hacer cuando la impunidad y corrupción de todo se apodera.
Estas líneas que ahora le escribo sólo es con el espíritu de decirles a ustedes que la justicia sólo se alcanza con la memoria y nunca con la resignación. En su momento encontraremos un ser que nos abrazará, unos oídos atentos para escuchar, y dispuesto a luchar. Porque las grandes lecciones, las que cambian el rumbo de la historia, vienen precisamente de personas que como ustedes hacen de la memoria el camino para progresar.
Con nosotros quien ahora trabaja por legislar a favor de los ciudadanos y recorre nuestro estado, podremos juntos, ustedes, ellos, nosotros, hablar palabras donde el dolor sea una cicatriz que nos recuerde y comprometa a que nunca más se repita la desgracia y que por fin termine el carnaval con que arriba festejan la impunidad y la desvergüenza.
Alberto Lara Noriega.
Comarca Lagunera.
