Para muestra basta un botón
Aunque en México tenemos cientos de botones que mostrar, ya que los mexicanos de a pie nos enfrentamos a diario a las duras condiciones en que se encuentra el país, aunque la clase política parece que vive en otro México, uno en el cual no se aplican las mismas leyes que al resto de los mexicanos, en el cual los empleos son bien pagados, en el que el dinero se multiplica mágicamente, un México en el que pueden equivocarse una y otra vez, y son premiados con mejores puestos.
Por ejemplo, el presidente del PRI Enrique Ochoa con sólo trabajar 2 años y 155 días en CFE renunció a su puesto y obtuvo la cantidad de un millón doscientos mil pesos, cuando la gran mayoría de los mexicanos al jubilarnos después de 30 o más años de trabajo nunca veremos una cantidad de dinero semejante, ¿acaso ellos se rigen con otros contratos, otra constitución?
Otra muestra: el presidente del PAN Ricardo Anaya, que profesa mucho amor por México y tiene viviendo a su familia en Estados Unidos, estudiando en escuelas particulares de ese país, y lo peor en su declaración 3 de 3 tiene un ingreso anual aproximado de un millón ciento cincuenta cinco mil pesos, y el costo por tener a su familia viviendo allá es de aproximadamente cuatro millones de pesos anuales, eso sin contar los boletos de avión para la ida y la vuelta cada fin de semana que me imagino no han de ser baratos. O no sabemos contar o hace magia y multiplica el dinero.
A nivel local no nos quedamos atrás, qué tal en Gómez Palacio el paseo Independencia que no se le ve lo bonito y funcional por ningún lado, que entorpeció aún más el tráfico, ya de por sí saturado por el paso del tren, los artistas que han venido a su inauguración, todos estos gastos pagados por nuestros impuestos, ni siquiera nos preguntaron si queríamos eso o que arreglaran las calles, el alumbrado, algo que haga que de verdad se vea como la ciudad tan bonita que tanto pregonan las autoridades.
Pero se hacen auditorías fantasmas entre el gobierno entrante y el saliente, y ya todo resuelto conforme a lo que dice la ley, aunque todas las calles parezcan zonas de guerra, por trabajos muy mal realizados, con materiales de dudosa calidad. Siendo que los culpables deberían ser castigados como cualquiera mexicano común y corriente.
Y así podríamos llevarnos miles de hojas con ejemplos como los anteriores , pero lo más triste de todo esto es que seguimos votando por los mismos de siempre o lo peor no votamos, no hacemos nada. Tenemos que despertar de nuestro letargo, si hay algo que temen los gobernantes es un pueblo despierto, educado, civilizado, hay que pensar en el México que vamos a dejar a futuras generaciones, vamos a hacerlo por ellos.
Ernesto Castro Cerna,
Comarca Lagunera.
