Divide y vencerás
¿Qué pasa?, estamos atravesando un momento de mucho odio, resentimiento, diferencias, y corajes. ¿Qué es lo que nos lleva a sentir eso? Las diferencias que tenemos y nuestro incansable ego de creer que estamos en lo correcto sin importar lo demás. El problema de eso es que nos divide. Y el problema también esta en que creemos todo lo que nos dicen los medios de comunicación. No podemos caer en ese juego. Es importante saber que no todo lo que sale en la televisión es verdad. Es importante saber que los valores que uno debe tener deben representarse y vivirse en el día a día.
¿Por qué tener odio hacia nuestros semejantes? ¿Nada más porque piensan distinto a nosotros? No se puede vivir así. Ese es el problema con nosotros. Lo queremos todo a nuestra manera y dejamos de pensar en los derechos de los demás. En lugar de ser una sociedad dividida, tal vez sería mejor que aprendiéramos a convivir y respetarnos.
No entiendo como los mexicanos creen que los problemas de este país se deben a Estados Unidos, o a alguien más.... Y siempre andamos buscando excusas para lo pobre que estamos.... Que si el dólar, que si esto, que si lo otro.... ¿Cómo vamos a salir adelante si tenemos gente corrupta y asquerosa robándose nuestro dinero? Ah, pero no hacemos nada al respecto... o cuando lo intentamos, los responsables están protegidos.... Es lo mismo siempre.
Ahora, en lugar de no hacer nada, tal vez deberíamos de realmente exigirles a los que elegimos para que gobernaran para que hagan algo. Divide y vencerás… así piensa la clase política de nuestro país y los medios de comunicación que alteran todas las noticias. Así que es decisión nuestra. ¿Realmente queremos estar divididos o unidos? ¿Queremos seguir aguantando o superándonos? Les deseo una muy feliz navidad y en verdad un deseo de perdón y reconciliación entre todos.
Alejandro Portilla Pérez,
Comarca Lagunera.
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Dulce voz
Hace pocos años fui víctima de un intento de extorsión con el cuento trillado que me llamaba por teléfono mi hija pidiendo auxilio desesperadamente porque uno tipos la tenían secuestrada y la estaban golpeando.
Cuando el delincuente le “arrebató” el teléfono para informarme que la tenían, de inmediato colgué, no sin haber “escuchado” su propia voz, -lo que podría haber jurado- dejándome emocionalmente inestable por una larga temporada.
Hace unos días pasó lo mismo: “mi hija” gritaba desesperadamente por teléfono que la tenían secuestrada, escuchando de nuevo claramente su “propia voz”.
No obstante haber tenido la experiencia anterior, no dejé de sorprenderme y cimbrarme, pero esta vez con más aplomo le pregunte ¿cómo te apodamos?, y la respuesta fue una dulce y contundente mentada de m... -que por primera vez en mi vida he disfrutado- emitida por la mujer disgustada por no haber caído en su juego. ¿Qué mecanismo psicológico magistral utilizarán los extorsionadores -de esta variante- en las personas para “escuchar” la voz de los familiares de las supuestas víctimas en estas funestas experiencias?
Francisco Benavides Beyer,
Cuernavaca, Morelos.
