Denuncias. Las fuerzas armadas han acumulado denuncias por violaciones a los derechos humanos en nueve años.
En los nueve años que lleva la estrategia de asignar al Ejército tareas de seguridad pública la medida, a decir de los resultados, salió más cara.
En ese lapso, las fuerzas armadas no sólo acumularon denuncias por violaciones a los derechos humanos, sino que la violencia se ha recrudecido en estados como Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y Sinaloa.
Sólo en Tamaulipas, donde el Ejército arribó desde enero de 2008, se han puesto en marcha más de 15 fases de la "Operación Noreste" (que incluye a Nuevo León) y de "Apoyo a la Seguridad Pública en Tamaulipas" para reducir la violencia derivada de "Los Zetas" y el Cártel del Golfo.
Apenas el miércoles arribaron a Reynosa 900 soldados para reforzar otra vez las labores de vigilancia y combate a la delincuencia en la zona fronteriza.
De diciembre de 2006, cuando iniciaron los operativos de seguridad, a la fecha, la milicia acumuló 119 Recomendaciones de la CNDH que incluyen hechos por tortura, cateos y retenciones ilegales, homicidios y lesiones contra civiles, violación y desapariciones forzadas.
Para Javier Oliva, experto en temas militares, lo que destaca en esa política es la ausencia de una estrategia real para patrullar las calles con soldados.