EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Fracaso educativo

CON/SINSENTIDO

MIGUEL FRANCISCO CRESPO ALVARADO

La educación es el más importante de los bienes públicos de una sociedad. De la educación depende el cuidado y enriquecimiento del resto de los bienes públicos. El fracaso del sistema educativo mexicano no se expresa solamente por los resultados de la prueba PISA aplicada por la OCDE; sino por el profundo descuido en que se encuentran ese y el resto de los bienes públicos en México.

Aún en el hipotético caso de que se obtuviera el primer lugar mundial en PISA, la educación de nuestro país estaría fracasada si escuelas, hospitales, plazas, banquetas, vialidades, playas, bosques, etcétera, mantuvieran la condición de abandono que muestran esos y otros lugares en México.

De nada servirían excelentes notas en lengua, matemáticas o ciencias, si nuestro comportamiento individual siguiese siendo guiado por el egoísmo, la ambición desmedida y la voracidad, que atentan sistemáticamente contra los demás y contra ese espacio en el que todos somos posibles: el mundo.

Los políticos corruptos, cada vez más descarados; los empresarios explotadores; los miembros del crimen organizado; los insaciables líderes sindicales; los mercaderes de la salud; los defraudadores fiscales; los automovilistas irrespetuosos; todos los que se "pasan de listos"; los ciudadanos indolentes; los padres de familia desobligados y comodinos; los sacerdotes pederastas; todos somos la verdadera muestra del fracaso educativo y no sólo los resultados de PISA.

Mención aparte merecen aquellos que han convertido la enseñanza en un jugoso negocio, tanto en el sector público como en el privado. Esos a los que nada les importa desgraciar el futuro del país mientras puedan darse una vida de lujo, simulando que educan. Comenzando con todo aquel que haya aceptado el cargo de secretario de Educación Pública sin tener amplio dominio del tema; y terminando con esos docentes que, sin vocación y sin capacidades, van a las aulas a ganarse unos pesos.

Sin embargo, mientras no entendamos que la educación es responsabilidad de todos; en tanto no comprendemos que se educa todo el tiempo; que cada uno de nuestros actos instruye a los demás, el fracaso educativo continuará.

Aunque, llegará el tiempo en que ya a nadie le importe.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Con sinsentido

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1291073

elsiglo.mx