Postura. Nicolás Maduro afirmó que el país jamás le dará visto bueno a ese instrumento jurídico aprobado por el Parlamento.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que pretende cortar el vuelo a la Ley de Amnistía aprobada el martes por el Parlamento con el fin de liberar a varios opositores presos, entre ellos Leopoldo López, al asegurar que "jamás ni nunca" el país le dará el visto bueno a ese instrumento jurídico.
Sin sorpresas, Maduro anunció su no rotundo a una norma que forma parte de las promesas electorales con las que la oposición de ese país arrasó en las parlamentarias, unos comicios en los que logro revertir la hegemonía del chavismo en la Cámara.
"Ayer aprobaron de manera intempestiva una ley que jamás ni nunca será aprobado en Venezuela un instrumento jurídico como ese", dijo Maduro en un acto de Gobierno en Caracas transmitido por la televisión estatal.
La ley que pretende exonerar de responsabilidad a los opositores presos, principalmente a los señalados de la violencia de las protestas antigubernamentales de 2014 -entre ellos Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión-, y que dejaron 43 muertos es, a juicio de Maduro, "la ley más criminal que jamás se haya aprobado en el país".
"El que llamó a quemar este país ahora pretende ser perdonado en los crímenes de 43 venezolanos", aseguró refiriéndose a López, quien lideró el inicio de las protestas y a quien acostumbra llamar "el monstruo de Ramo Verde", en alusión al nombre del centro de reclusión.
Por su parte, el jefe del grupo parlamentario chavista en la Asamblea Nacional, Héctor Rodríguez, presente en el acto, se preguntó "quién puede tener duda de que Leopoldo López es un asesino".