Chris Froome sufrió una aparatosa caída en la etapa de ayer.
Lluvia y accidentes causaron estragos ayer en la 19na etapa del Tour de Francia con el líder general Chris Froome cayendo al pavimento y Romain Bardet logrando la primera victoria de un ciclista local en la edición de este año, mientras que Nairo Quintana tuvo una gran jornada al meterse en zona de podio.
Froome rápidamente tomó la bicicleta de un compañero de equipo y retuvo su ahora desgarrada camiseta amarilla luego de cruzar la meta 36 segundos detrás de Bardet, quien ascendió al segundo lugar general.
"En este momento me encuentro en las nubes", afirmó Bardet luego de apuntarse su segunda triunfo en una etapa del Tour.
Froome mantiene una ventaja de 4:11 minutos sobre Bardet, y Quintana se colocó en el tercer puesto, 4:27 minutos detrás.
"Hemos luchado todo el día desde salida, he sufrido muchísimo y los compañeros han ayudado fenomenal", indicó el colombiano de 26 años.
Bardet atacó en un descenso antes que Froome derrapara con pintura en el pavimento mientras cruzaba una línea blanca y cayó a tan solo 13,5 kilómetros (ocho millas) de la meta. El bicampeón pudo continuar la carrera después de intercambiar bicicletas con Geraint Thomas.
"Pienso que pisé una de las líneas blancas de la carretera y perdí mi llanta frontal", explicó Froome en la meta, con su rodilla derecha muy vendada. "Estoy bien, tengo suerte de que nada se haya lesionado seriamente. Un accidente como eso podría causar cualquier cosa y me siento agradecido de no haberme lesionado. Uno nunca tiene un día tranquilo en el Tour".
Froome conducía en descenso a una velocidad relativamente cautelosa de cerca de 45 kph al momento de caer. Con su camiseta desgarrada, sangre goteando de su pierna derecha, con cortes y golpes en su espalda y sangre en su codo derecho, Froome lució comprensiblemente incómodo en la bicicleta de Thomas.
Pese a las circunstancias, Froome alcanzó al pelotón de favoritos en un brutal ascenso final a Le Bettex con ayuda de su compañero de equipo Wouter Poels.
"Sólo perdí un poco de piel pero hoy es un día del que estoy agradecido de que esa ventaja de cuatro minutos haya bajado apenas un poco", declaró Froome.
Froome necesita negociar otra engañosa etapa de montaña el sábado antes de una ruta más que nada ceremonial el domingo rumbo a París.