(Primera parte)
"La vida es, nada más, que un misterioso peregrinar que nos lleva a la muerte". Gabriela Mistral.
El pasado 10 de diciembre se llevó a cabo la entrega de los Premios Nobel 2016, donde los galardonados recibieron un diploma, una medalla de oro y una dotación que en esta ocasión fue de ocho millones de coronas suecas, equivalente a 832 mil euros y 933 mil dólares que se reparten, si hay más de un ganador, en la misma categoría.
Los Premios Nobel fueron creados por el magnate e inventor sueco Alfred Nobel (1833 - 1896), a excepción del de Economía, que fue instituido hace más de medio siglo por el Banco Sueco y fueron entregados en una doble ceremonia que se llevó a cabo el 10 de diciembre, aniversario de su fallecimiento, en Estocolmo y en Oslo.
Que el Nobel de la Paz se entregue en Noruega obedece al deseo de Alfred Nobel, ya que en su época, este país formaba parte del reino sueco.
Por supuesto que en esta premiación brilló por su ausencia tan siquiera una mujer, ya que el total de los mismos fueron concedidos a caballeros.
Varios cientos de distinguidas personalidades, científicos, intelectuales, investigadores y escritores, han sido galardonados con la Máxima Presea que a nivel mundial pude aspirar el ser humano, el Homo Sapiens: El Premio Nobel en sus distintas modalidades: Medicina, Física, Química, Literatura, Economía y personajes que luchan por lograr la Paz mundial, en los 115 de haberse empezado a instituir (1901-2016), distinción que va más allá de credos y razas y que han llevado a sus ganadores a traspasar los dinteles de la inmortalidad, de la fama, de la gloria, del reconocimiento universal a sus esfuerzos, a su dedicación, a su entrega, al tiempo empleado a sus investigaciones, a sus luchas por los derechos humanos, a sus desvelos por encontrar una economía más equitativa para todos los pueblos del mundo, a todos aquellos que se afanaron por llevar a los mortales ese alimento que tanto requiere nuestro espíritu y nuestro intelecto a través de sus obras poéticas y literarias, reconocimiento que en una gran mayoría llegó en el ocaso de sus vidas a una edad más que madura, pero que ¡al fin llegó!, contrario a otro grupo minoritario que alcanzó la gloria y la inmortalidad a una edad muy temprana, por decir, en el transcurso de la quinta o sexta década de su existencia y de otros, merecedores anónimos que, a pesar de sus méritos, jamás alcanzaron esta tan anhelada distinción.
Son los países del primer mundo los que dedican mayores recursos a la investigación, los que por toda la historia del Nobel acaparan los Premios en Medicina, Física y Química; sin embargo, las demás distinciones en Literatura, en Economía y precursores de la Paz mundial, han estado y seguirán estando al alcance de todos los países del mundo, sin importar su economía, ya que para ello, se requiere solamente amor a las letras, a mejorar la economía mundial y luchar por la tranquilidad de todos los individuos del Universo.
Son muy pocos los Nobel que han recibido los países de habla hispana, España y los que engloban los países de habla hispana: veinte en total en varias de sus categorías, trece latinoamericanos y siete españoles, y de esta veintena, solamente dos mujeres, orgullosamente originarias de nuestro continente, las que han obtenidos este galardón: GABRIELA MISTRAL, chilena, y RIGOBERTA MENCHÚ, guatemalteca.
