Se hicieron los golpes entre un brasileño y un argentino. (EFE)
Unas horas después de la noche mágica en que eliminó a Novak Djokovic, Juan Martín del Potro consiguió su segunda victoria.
Del Potro se impuso 6-3, 1-6, 6-3 a Joao Sousa en el estadio olímpico de tenis, escenario de otro bochornoso incidente causado por la rivalidad entre argentinos y brasileños.
Del Potro se medirá en octavos de final ante Daniel Taro, quien venció más temprano a Kyle Edmund 6-4, 7-5.
El argentino tuvo la derecha picante en los puntos decisivos y el ruidoso aliento de los hinchas albicelestes cuando decayó su ritmo.
Ocho aces y dos quiebres para llevarse en 45 minutos el primer set auguraban un trámite tranquilo para Del Potro. Fue en ese primer juego que el partido se interrumpió por la pelea a golpes de puño entre un brasileño y un hincha argentino, el cual fue detenido y retirado del estadio.
"Ojalá eso no vuelva a suceder, tiene que haber paz entre Argentina y Brasil. Esto no es fútbol", acotó Del Potro.
En el segundo set dio la sensación que la inactividad le pasó alguna factura y apenas metió seis puntos ganadores con su derecha.
Fue en ese momento que los hinchas albicelestes lo alentaron con más fuerza al grito de "vamos, vamos Argentina a ganar", lo que generó la reprobación generalizada de los brasileños, que como era de esperar alentaron a Sousa.
El juez del partido reclamó en varias ocasiones silencio al público, y hasta la voz oficial del estadio solicitó a los presentes que alentaran a sus tenistas con respeto.
"La gente me sacó adelante, al final conecté mucho con ellos", admitió Del Potro. "El partido estaba complicado porque al final las piernas me pesaban. Anoche me acosté a las 4.30 de la mañana y hoy estaba desayunando a las 9 y no podía creer que le había ganado a Djokovic".