Garbiñe Muguruza. (AP)
Garbiñe Muguruza no evidenció secuelas por la falta de rodaje ni por una molestia en el pie izquierdo, al arrasar ayer en su debut en el Abierto de Australia, solventándolo en una hora ante la estonia Annett Kontaveit.
La hispano-venezolana, tercera cabeza de serie del primer Grand Slam de la temporada, se impuso 6-0, 6-4 ante la número 85 del mundo.
Muguruza quebró tres veces el saque de Kontaveit en un primer set que liquidó en 23 minutos.