Seguridad. El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, du rante el mensaje de ayer. (CORTESÍA)
En un mensaje difundido la mañana de ayer en todo el estado, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, dijo que los delincuentes "jamás nos detendrán, ni sus amenazas, ni sus infamias, ni las acciones que hagan para tratar de desacreditarnos".
Acompañado de su gabinete legal en el Palacio Rosa de Saltillo, Moreira reafirmó su polémico lema de campaña "de la seguridad me encargo yo" y prometió, en lo que queda de administración, hacer de Coahuila la entidad "más tranquila del país".
Y presumió que en comparación con los meses más violentos de 2012, año en el que se registraron sólo en La Laguna más de 1,000 homicidios, en 2016 la cifra se ha reducido en un 80 por ciento.
"Hemos golpeado con mucha fuerza al crimen; los estamos sacando de Coahuila. Sus negras ganancias han disminuido muchísimo. No nos vamos a detener, los seguiremos persiguiendo", dijo.
De forma enfática, el gobernador señaló: "ellos son delincuentes, enemigos de la gente, peligros para la sociedad, amenaza para nuestras hijas y nuestros hijos, personas que no tienen honor. No hay que darles cuartel. No hay que darles respiro. Hay que sacarlos de Coahuila".
Para reforzar el combate al crimen, enumeró ocho acciones: entregar al Ejército un cuartel en San Pedro, aumentar el número de policías estatales, revisar las pruebas de control de confianza, instrumentar una campaña contra el uso de drogas, impedir el regreso de los casinos, ayudar a los municipios en la lucha contra la delincuencia común, alentar una mayor participación ciudadana e intensificar acciones en materia de deporte, educación y cultura.