Las personas han desechado las televisiones viejas debido a la transición a televisores digitales. (ARCHIVO)
En menos de un mes, las secretarías de Medio Ambiente y de Obras del Distrito Federal deberán remitir un informe a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) sobre el tratamiento que están dando a la basura electrónica por la entrada del apagón analógico.
Juan Gabriel Corchado, de la Coalición Parlamentaria PT, Nueva Alianza y Humanista de la ALDF, señaló que la Secretaría de Obras debe notificar qué está haciendo con el material recogido. “Tenemos que saber si se está recogiendo, si se está mandando a alguna planta o simplemente a los vertederos de cielo abierto”.
En entrevista, al término de una conferencia para dar a conocer la agenda de la Comisión de Asuntos Labores y Previsión Social, el legislador lamentó que por parte de autoridades locales y federales no exista un planteamiento público sobre este programa.
“Se ve la cantidad de residuos electrónicos que van a parar al camión de la basura y no es a donde deben ir, la mayoría de los desperdicios son cancerígenos y no pueden estar almacenados o incluso en predios particulares”, insistió.
El asambleísta señaló que en la página oficial de la Sedema no se cuente con información relacionada el tratamiento de las televisiones que son desechadas. A lo único que hace referencia está página de Internet es al programa denominado Reciclatrón.
“No le están dando la seriedad al tema que se requiere y lo que no debemos permitir es que no se tenga un manejo adecuado”.
Incluso Corchado cuestionó que actualmente no se haya difundido un solo comercial para que la gente supiera en dónde están ubicados los centros de acopio y poder llevar sus televisiones viejitas.
“De nada sirve estos lugares si no se hace la propaganda como se hizo para cambiar tu televisión y que al parecer sólo se abocaron al tema del negocio”.
El legislador consideró que la instalación de los vertederos no es un tema sencillo, sobre todo porque mucha de la basura que se genera en la ciudad se va al estado de México. Pese a esta situación es necesario conocer cuántas toneladas de desperdicio se entregan a los centros de almacenamiento.
