Dee Gordon no tardó en volarse la barda. Luego recorrió las cuatro bases con lágrimas, en honor a su amigo. (AP)
Dee Gordon conectó un jonrón en el primer turno de los Marlins desde el fallecimiento de José Fernández, y Miami rindió un emotivo homenaje a su lanzador fallecido la víspera, al doblegar ayer 7-3 a los Mets de Nueva York.
Los Marlins, que vistieron jerseys negros con el apellido Fernández y el número 16, totalizaron 14 hits durante un encuentro en que las ovaciones del público se combinaron con lágrimas. Fue el primer juego de Miami desde que el cubano Fernández murió el domingo, en un accidente de lancha.
Adam Conley lanzó tres innings sin aceptar carrera, como reemplazo de Fernández, quien estaba programado para abrir este encuentro. Hubiera sido su última apertura del año.
Justin Bour bateó de 3-3 y Gordon sumó cuatro inatrapables, incluido el memorable jonrón. Mike Dunn (5-1) se llevó la victoria al resolver de manera perfecta el cuarto inning.
El dominicano Bartolo Colón (14-8) aceptó siete carreras, su mayor cifra de la campaña, en dos innings y un tercio. Nueva York sigue liderando la puja por los boletos de comodín en la Liga Nacional, cuando restan cinco compromisos de la campaña.
Llegó la hora de enfrentar la realidad, la salida al campo de los jugadores de los Marlins de Miami, sin la presencia física del compañero especial que era el abridor cubano José Fernández, fallecido el domingo de madrugada en trágico accidente náutico, pero su espíritu y legado estuvo más vivo que nunca.
Todos los jugadores de los Marlins salieron al campo vistiendo la camiseta del uniforme negro con el número 16 en honor a sus compañeros, y con toda seguridad también será la última vez que lo hagan.
Aunque oficialmente, los Marlins no han hecho ningún anuncio, el propio dueño del equipo, Jeffrey Loria, admitió que no veía en un futuro que ningún jugador quiera llevar un número tan emblemático como el 16 que vistió desde que llegó a las Grandes Ligas en el 2013.
Tampoco era el momento para hablar de la posible retirada del número, sino todo lo contrario de mantener en los corazones y en la memoria de los jugadores, entrenadores y comunidad de Miami la figura como persona y profesional de Fernández, que falleció a los 24 años.
Después que los Marlins cancelaron el partido del domingo ante los Bravos de Atlanta, ayer abrieron una serie de tres partidos contra los Mets de Nueva York, en un juego en el que irónicamente estaba programado para lanzar el propio Fernández.
Aunque tienen difícil la clasificación a la fase final, los Marlins llegaron a la serie contra los Mets sin estar eliminados matemáticamente en la lucha por un puesto de comodín de la Liga Nacional, pero su margen de error es mínimo, especialmente en el partido de esta noche que desean ganar en honor a su compañero fallecido que hubiese estado sobre el montículo con el mismo objetivo.
Si el partido cancelado no va a influir en la lucha por estar en la fase final, entonces los Marlins y los Bravos, que ya están eliminados, habrán jugado 161 encuentros.