Aborígenes, Australia
El viaje es un pretexto para convivir con cuatro grupos étnicos, desde el gélido Ártico hasta el sofocante desierto australiano.
Aborígenes, Australia La silueta del Uluru, un monolito de 348 metros de altura, es la primera parada para acercarse a la cultura aborigen. Los anangu, sus guardianes, la consideran protectora de la tierra sagrada. Pero en el oeste del país, se encuentra la real experiencia. Podrás ‘vivir’ en una comunidad aborigen, ir de safari y alimentarte de bushfood, su comida local, que consta de frutos y carne de animales como el canguro. (www.australia.com).
Los sami, Suecia Los sami obtienen de la naturaleza todo lo que necesitan. El frío extremo de Laponia, o Sápmi, como ellos prefieren llamar a su tierra, acoge al pueblo desde hace aproximadamente 10 mil años. Si visitas uno de sus campamentos, deberás acostumbrarte a los renos, pues son su medio de transporte y fuente de alimento.
Su piel es una constante en el colorido traje típico y en sus artesanías: cuchillos hechos de cuerno, cestos de abedul y bisutería. Cerca de los campamentos puedes dormir en un tipi, pasear en trineo, cocinar directamente en el fuego o pescar tu comida. No olvides probar el peculiar postre local: hierbas medicinales deshidratadas y azucaradas. (www.visitsweden.com).
Los seris, Sonora, México La Isla del Tiburón, es una reserva ecológica, resguardada por los seris. Se autodenominan ‘conca’ac’, que significa ‘la gente’. Permanecen casi intactas sus tradiciones de origen prehispánico, en las cuales la naturaleza y el ciclo de la vida son elementos principales.
Una de ellas es la celebración de Año Nuevo, que se realiza en julio. Los asentamientos se encuentran en Punta Chueca y Desemboque, cerca de la Bahía de Kino. Para conocer su comunidad y visitar la isla, debe pedirse autorización a un jefe de la comunidad. Kino Tours organiza recorridos y solicita el permiso. Facebook: Kino Desert Tours Los navajo, Estados Unidos
El número cuatro (como los puntos cardinales y estaciones del año) marca la vida de la Nación Navajo, la reserva tribal más grande de Estados Unidos. Se ubica en los estados de Arizona, Utah y Nuevo México. Sobre la arena del desierto, crean pinturas para ofrendar a los dioses o durante las ceremonias de curación.
En Arizona, organizan paseos entre las dunas, a través de paisajes alucinantes y presumen sus formaciones de piedra que caracterizan a la región, como Monument Valley, Antelope Canyon y Canyon de Chelly, habitado por ellos. (www.visitarizona.com).