ESPERA
Su casa está a un costado del río Nazas en el ejido Hormiguero, a unos metros de donde ayer se desbordó el agua, ya por la noche se había registrado una situación similar a 300 metros de su hogar, lo que ocasionó la evacuación de algunas familias, pero ella decidió permanecer ahí. "Cómo me voy a ir y dejar mi casa sin mis marranitos, mis pocas cosas que tengo", dice Guillermina Contreras Muñoz
Sus dos hijas sí se fueron a la casa de su suegra, que vive en el mismo ejido, pero en la parte más alta.
Su marido no sabe lo que está sucediendo, ya que es electricista y ahorita está en Veracruz. Ella es trabajadora doméstica y dice que con mucho sacrificio ha hecho sus cosas. La mujer narra que desde las 2 de la tarde del viernes, comenzaron a observar que el agua se estaba filtrando, "pero no empezó recio y nadie hizo caso ya hasta en la noche todos empezamos a correr". Por la noche una vecina empezó a gritar que ya se había abierto el bordo y la gente se congregó para llenar costales de arena, junto con las autoridades que fueron a ayudarlos a tapar la ruptura y a apoyar a los vecinos a salir de sus casas y a sacar sus muebles. Ella no quiso. Fue hasta que sacó sus pertenencias cuando se salió.
Guillermina Contreras pide a las autoridades que no los dejen solos. "Que nos ayuden en nuestras casitas, si nos ofrecieran una reubicación si nos íbamos".