Detalle. El Papa se puso el sombrero de charro a su llegada a nuestro país.
Horas antes de llegar a México, el Papa Francisco aseguró que hablará claro sobre la situación de derechos humanos.
"Lo haré e intentaré ser claro, hablar claro", respondió el Pontífice abordo del avión que lo trajo al país cuando se le preguntó si los casos de violaciones de derechos humanos estarían incluidos en sus mensajes. "Sobre México, voy a hablar como pueda, pero voy decir todo lo que se me venga en boca, si Dios me lo permite", dijo durante un breve encuentro a bordo del avión Airbus A330.
ROMPE LOS PROTOCOLOS
El jerarca católico rompió una vez más los protocolos. En el vuelo que lo trajo a México bromeó, se puso el sombrero de charro; a su arribo dejó la solemnidad del recibimiento de jefe de Estado y, para cerrar la noche, abrió las puertas de la Nunciatura Apostólica para salir a la calle, al encuentro de la gente que por más de ocho horas lo esperó.
Después de un viaje que duró más de 18 horas -con escala en Cuba-, del recibimiento en el Hangar Presidencial, y 19 kilómetros más a bordo del "papamóvil" hasta llegar a la Nunciatura Apostólica, el Santo Padre no decepcionó a quienes anhelaban verlo aunque fuera por unos segundos.
Ante la algarabía que provocó su llegada a la Nunciatura, poco antes de las 22:00 horas, el Pontífice salió del recinto, provocó llanto, aplausos y gritos de "¡te queremos!".
Dejó a su espalda al equipo de seguridad para hablar a la gente en las vallas, a quienes cantaban les pidió sonriente que "dejaran descansar a los vecinos", pues entre el sábado y domingo habrá muchas actividades en que ocuparán la energía.
Comenzó a rezar con los fieles, aprovechó para bendecir a los asistentes y a México entero, conminando a que todos "se quieran", puesto que de esta manera el país estará mejor, "les pido que en su corazón recuerden a las personas que quieren, y también a los que no quieren, a la gente con la que están enojados, a los que le tienen rabia, que le tienen celos, que le tienen envidia, y pongamos todos a los que queremos y a los que no queremos delante del Señor, para que junto con nosotros bendiga a todos… ¿de acuerdo?".
Con voz cansada, pero sin perder la alegría, los invitó a que "ahora tranquilitos nos vayamos a casa en paz y mañana nos volvamos a encontrar".
Abrigan a los madrugadores
El gobierno de la Ciudad de México repartió alimento y cobijas para quienes ingresaron desde la madrugada a la plancha del Zócalo para presenciar la entrega de llaves de la capital al papa Francisco.
En la Ciudad de México se establecieron 10 puntos de hidratación y apoyo médico en los alrededores del primer cuadro. En las calles de Madero y Motolinía, para el acceso a la plancha del Zócalo, se repartirán 30 mil lunch y mil 500 cobijas, para la población que inició su ingreso a las 2:00 horas de este sábado.
Lamenta la tragedia
⇒ Ante el motín registrado en el penal de Topo Chico, el Papa dijo estar profundamente apenado.
⇒ El Sumo Pontífice deseó hacer llegar a sus familiares su más sentido pésame así como su cercanía espiritual.