Cocineros preparan comida durante una de las varias pruebas que han hecho para la alimentación de los atletas. (AP)
El comedor de la Villa Olímpica que aloja a los deportistas será del equivalente a dos canchas de futbol y la cocina que se construye en la misma carpa gigantesca ocupará una superficie similar a la de una cancha.
Habrá platos para todos los gustos cuando comiencen los Juegos Olímpicos.
En los momentos de mayor actividad, la cocina servirá unas 60 mil comidas por día, en las que usará 210 mil kilos de alimentos a ser servidos en unos 4 millones de platos biodegradables, para alimentar a 18,000 atletas, técnicos y demás personal.
Los comensales podrán elegir de entre cinco bufés: uno brasileño, uno asiático, uno internacional, uno de pastas y pizzas y otro halal y kosher.
La comida para judíos y musulmanes respetará al pie de la letra los requisitos específicos de sus religiones. Los coreanos dispondrán de su típico kimchi (vegetales fermentados) traído especialmente de su país.
Marcello Cordeiro, director del área de bebidas y comidas de los juegos, hizo una lista de los principales ingredientes de la dieta brasileña: arroz, frijoles negros, farofa (harina de yuca tostada que a menudo se sirve sobre otros platos) y carne. Pero las especialidades regionales son tan grandes como el mismo país.
Los atletas no pagarán por la comida y podrán servirse todo lo que quieran en los bufés.
"Podrán comer todo lo que deseen", expresó Cordeiro. "No habrá básculas. Los atletas saben exactamente lo que necesitan comer".
Los organizadores harán 20 ensayos antes de que comiencen los juegos.