Estable.El joven salvó la vida, tras recibir 8 impactos de bala en brazos y piernas, pero tiene miedo denunciar por posibles represalias.
"Hasta aquí llegué. Me van a matar" fue el pensamiento de "Ramiro" en el momento en que presuntamente policías municipales de Matamoros le disparaban con sus armas.
Platica que sentía cómo cada bala se incrustaba en sus piernas y brazos, mientras corría, hasta que producto de las lesiones no pudo sostenerse más y cayó al suelo.
Pese a haber recibido 8 impactos de arma de fuego, dice que nunca perdió el conocimiento y ya en el suelo uno de los elementos le puso el pie en la parte parietal de la cabeza, al tiempo que le "machacaba" con la bota, mientras junto con sus compañeros en tono de burla le decían que se iba a morir.
El joven de 29 años de edad, que por obvias razones pidió el anonimato, asegura que fue víctima de abuso policíaco el pasado domingo 25 de diciembre, alrededor de las 12 del día.
Dice que caminaba por la orilla del ejido Santa Ana del Pilar en Matamoros, para dirigirse a su domicilio en el ejido Nuevo León de Francisco I. Madero, cuando una unidad (de la que no se percató el número), lo interceptó porque los oficiales lo notaron sospechoso, lo subieron a la patrulla y lo trasladaron a un lugar, despoblado, en donde dice: primero lo golpearon y luego lo obligaron a correr, entre las parcelas, mientras le disparaban. Sólo avanzó unos 40 metros y sus piernas ya no pudieron más.
Platica que cuando estaba en el suelo, por su mente pasó levantarse y seguir corriendo, pero no pudo y luego pensó; "van a venir y me van a dar un balazo en la cabeza. Hasta aquí llegue. Me van a matar". Afortunadamente los agentes optaron por retirarse y enfilaron rumbo al ejido 20 de Noviembre.
El joven relata que con un gran alivio vio como "la patrulla azul" se retiraba. Se quedó un momento tirado, luego como pudo se levantó y caminó para llegar a su casa y en eso un joven lo auxilió y cuando ambos caminaban por la orilla de la carretera, pasó una camioneta y lo subieron para llevarlo a su casa.
Al ver las condiciones en las que estaba, de inmediato su familia pidió a un vecino que los llevarán en su vehículo al Hospital General de Madero, en donde después de su ingreso los médicos dieron parte a las autoridades policíacas.
Al hospital arribaron policías municipales y de la Procuraduría del Estado de Madero, para interrogarlo. Al principio dice, mostraban incredulidad a su versión, pero luego ellos mismos le aconsejaron que presentara su denuncia en la agencia del Ministerio Público de Matamoros, para que se hicieran las investigaciones y ubicaran a los responsables. Sin embargo el muchacho no se ha presentado pues teme posibles represalias, pues teme por su vida.
El joven se encuentra estable de salud, pues sólo permaneció unas 5 horas en el Hospital de Madero, incluso fue trasladado al Hospital General de Torreón donde se le tomaron radiografías para valorar el daño provocado por las balas.
DIRECTOR DE LA POLICÍA
Vía telefónica se pudo contactar al director de la Policía en Matamoros, Gustavo Alfonso Trejo Luna, quien confirmó estar enterado de los hechos, pero asegura que los policías a su mando no fueron, pues no es creíble la versión del joven, por el tipo de calibre del arma que provocó las heridas.
Dice que el joven recibió impactos de bala de un arma calibre .22 milímetros y sus elementos portan armas 2.23 milímetros.
"Sí, tengo conocimiento. Si dice que fue una patrulla municipal, pero no fuimos nosotros, por el tipo de arma de las heridas. Son de calibre 22 y las armas que utilizamos son 2.33. No le puedo dar información porque nosotros no tomamos conocimiento, fueron los de Madero... (sic)".
recibió el muchacho en brazos y piernas.
