Fue la unidad 257 de la benemérita institución la que acudió para prestarle los primeros auxilios a Juan Miguel, quien sólo presentó marcas en el cuello, debido a que el alambre le apretó, pero no alcanzó a consumar el suicidio. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Tras discutir con su esposa, motivo por el cual la mujer decidió marcharse del hogar, un hombre de 26 años de edad trató en dos ocasiones de quitarse la vida; primero hiriéndose con un cuchillo y luego colgándose con un alambre, el cuál ató a un pinabete. Afortunadamente sus familiares lograron descolgarlo a tiempo, por lo que el suicida no consumo su objetivo.
El suceso se reportó al servicio estatal de emergencias a las 22:00 horas del sábado en el ejido San Ignacio del municipio de San Pedro.
De acuerdo a lo relatado por algunos miembros de la familiar el hombre identificado como Juan Miguel de 26 años, con domicilio en el ejido ya indicado había ingerido bebidas embriagantes, lo que detonó en una agresión hacua su esposa y a algunos familiares que se encontraban en el lugar, tras la discusión la mujer se fue de la casa, lo que ocasionó que el sujeto tratará de provocarse heridas con un cuchillo, pero sus familiares se lo impidieron, pero luego se dirigió al patio trasero de la vivienda, ató un alambre de pinabete para luego enredarlo en el cuello y terminar con su vida.
Afortunadamente sus familiares se dieron cuenta de lo que el joven de 26 años había hecho y de inmediato lo descolgaron, al tiempo que pidieron el apoyo al servicio estatal de emergencia, por lo que rápidamente se concentraron socorrista de la Cruz Roja, quienes le brindaron lo atención requerida.
Fue la unidad 257 de la benemérita institución la que acudió para prestarle los primeros auxilios a Juan Miguel, quien sólo presentó marcas en el cuello, debido a que el alambre le apretó, pero no alcanzó a consumar el suicidio.
Al lugar arribó también una unidad de la Dirección de Seguridad Pública, y según se dijo los uniformado quisieron detener Juan Miguel por alterador del orden público, pero sus familiares no lo permitieron. El suicida se encontraba en fuerte estado de ebriedad y por lo tanto amenazaba con que intentaría de nuevo quitarse la vida, porque su mujer lo había dejado.
El incidente no pasó a mayores, pero los paramédicos, así como los elementos de la Policía Preventiva se retiraron del lugar, pero recomendaron a los familiares que Juan Miguel debía ser vigilado ya que en su estado de ebriedad, podría intentar suicidarse otra vez, además que necesitaba atención psicológica.