Activa. La primera bailarina cubana se mantiene activa a sus 96 años de edad, en la compañía que ella fundó. (ARCHIVO)
La legendaria bailarina cubana Alicia Alonso demostró ayer que a sus recién estrenados 96 años la danza aún corre por sus venas cuando durante un homenaje en La Habana con sones y danzas afrocubanos no pudo evitar que primero sus pies y después sus manos y hombros siguieran el ritmo de la música.
Alonso recibió un tributo al son de tambores afrocubanos en el pintoresco Callejón de Hamel, donde se dio un baño de popularidad. Los pies -sobre altos tacones- de la "prima ballerina assolutta" del Ballet Nacional de Cuba marcaron el compás, al igual que sus manos y sus hombros, durante alrededor de una hora en el tributo que le ofrecieron los impulsores del Callejón de Hamel, un conocido enclave artístico y religioso en el populoso barrio de Centro Habana.
Allí, entre una melé de turistas, admiradores y curiosos, Alonso fue la primera personalidad en recibir la llave del Callejón, y también en ser nombrada "hija ilustre" del lugar. Este rincón de La Habana es punto obligado de parada cada domingo para quienes quieren escuchar rumba callejera, ver arte y acercarse a la vez al mundo de las sincréticas religiones afrocubanas, profundamente arraigadas en la cultura de la isla.
Alicia Alonso, quien el pasado 21 de diciembre cumplió 96 años se mantiene activa.