EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Huesos de San Lorenzo

Civitas

CARLOS CASTAÑÓN CUADROS

Desde sus primeras líneas, la nueva novela de Vicente Alfonso nos atrapa. Hay intriga, un parte policiaco y para aderezar más el relato, la dualidad biográfica de unos gemelos. Todo en un escenario regional que será entrañable para los lectores norteños, pero que no desmerece en interés para un lector en general. Por lo mismo, tampoco es casualidad que Huesos de San Lorenzo (Tusquets, 2015, 231 páginas), fuera premiada en 2014, con el Premio Sor Juna Inés de la Cruz. Para el caso, ya se preparan traducciones a varios idiomas como el alemán, italiano, griego y turco. ¿Cuál será la recepción de este libro en esos idiomas?

En el oficio de contar historias, Vicente Alfonso nos platea en su relato, un problema clásico sobre la verdad y su intento por reconstruirla: "¿Cómo se construyen los recuerdos? ¿Cambian, se acomodan, maduran con el tiempo? ¿O van borrándose como periódicos al sol? Pudiera ser que, a veces, los hechos vayan sedimentándose en la memoria como un agua lodosa que al principio nos impide ver lo que intuimos de cerca. De cualquier forma, reconstruir un pasaje a partir de varias fuentes es como rasurarse frente a un espejo roto: las versiones se contraponen en unos detalles y coinciden en otros".

¿No es así el problema que enfrenta el historiador frente al pasado y sus numerosas fuentes? En el libro imprescindible de Paul Ricoeur, Tiempo y narración, plantea la necesidad de retomar diversos géneros y narraciones para la historia. Ahí, y en otros ámbitos, la literatura lleva una notable ventaja.

De esa manera, el lector gozará las páginas con una novela negra, que tiene en este joven escritor, un fiel representante. Huesos de San Lorenzo no escatima en extensión y profundidad. A la novela le alcanza para madurar personajes y perfiles psicológicos, historias que van y vienen del presente al pasado. Más todavía, la novela es un constante diálogo con el pasado, de tal manera que son los muertos los que también hablan, dan señas y apuntan a los vivos. Ya lo verán cuando sigan las huellas de Farid Sabag.

Cuando uno termina Huesos de San Lorenzo, quedamos con la sensación que de Vicente Alfonso, lo mejor está por venir. Es un autor, no de modas ni pirotecnias, sino de libros cuidadosamente trazados. Tras publicar Partitura para mujer muerta, novela publicada en 2008 y ganadora del Premio Nacional de Novela Policiaca, el autor se esmera en superar aquella obra, y lo logra. Me gustan los novelistas que no se concentran únicamente en los efectos y los estruendos, para ofrecernos una escritura redonda, donde la historia se completa con genuina calidad literaria. Sin estridencias, el escritor originario de Torreón, ofrece una narrativa diáfana y espléndidamente construida. Sin duda, entre los escritores laguneros nacidos a finales de los setenta, Vicente Alfonso, es el de mayor calado y hondura; el mejor de su generación. Con justa razón, Vicente Leñero ha escrito que "desde ahora, será necesario seguirlo y perseguirlo. Es un novelista excelente".

La semana pasada, Sergio González Rodríguez, escribió en su columna de Reforma: "Vicente Alonso sabe de modo estupendo elevar la mira sobre el alcance de la novela negra en la literatura mexicana".

No me extiendo más, que disfruten Huesos de San Lorenzo.

Nos vemos en Twitter @uncuadros

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Civitas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1223022

elsiglo.mx