El desamparo, el poder como opresión, el Holocausto como manifestación de ese poder. Con el fallecimiento ayer en Budapest de Imre Kertesz a los 86 años, Hungría pierde a su único Premio Nobel de Literatura y el mundo pierde una de las visiones literarias y filosóficas más intensas y brillantes del siglo XX. La prensa local reaccionó afirmando que "la literatura húngara (está) de luto", mientras que políticos y otros representantes de la sociedad húngara afirmaron que su muerte significa una gran pérdida para el país.