Cosas de mujeres…
Sí… en el siglo XXI en el que ahora nos encontramos, aun suponemos que hay cosas que son de mujeres y cosas que son de hombres. Argumento que en realidad, además de contribuir a una "discriminación" en ambos sentidos y alimentar una eterna, absurda y torpe rivalidad entre los dominios masculino y femenino, contribuye a generar incapacidades, atrofiar posibilidades y producir individuos altamente inútiles en campos que considera que son impropios para su género… sí, pareciera que en plena sociedad del conocimiento, seguimos siendo ignorantes, que nuestra capacidad de aprender es limitada y que los patrones intersubjetivos que la omnisciente cultura nos impone nos ciegan e inutilizan, perpetuando una lucha de sexos que no tiene ni sentido, ni razón.
Así en nuestro día a día, desde el nacer, nos son impuestos etiquetas que por el simple hecho "fortuito" de nacer hombre o mujer, hemos de cumplir a rajatabla, esto a pesar de que no se contribuye a una relación armónica y si a segregar e incluso despreciar algunas actividades; que para muestra pudiéramos mencionar los quehaceres de la casa, dominio propio y exclusivo de las mujeres, en el cual el hombre en ocasiones, en su enorme "benevolencia" acude en apoyo a esas labores; las Amas de Casa son mujeres, que de amas no tienen nada, pues es un trabajo extenuante, muy demandante e importante y por el cual no se recibe ningún sueldo, salario o prestación… es cosa de mujeres, como si en ello no habría valía alguna.
Sin duda, lo dicho anteriormente es una muestra clara de la brutal miopía y la enorme misoginia que caracteriza a las diferentes culturas que hemos realizado como especie a lo largo de nuestra historia. Y digo claramente, que hemos realizado, hombres y mujeres, ambos contribuimos con nuestras acciones y omisiones al respecto.
En este mismo sentido, cuando hablamos de ciencia, sin lugar a dudas podríamos decir que eso es cosa de hombres, y para ello tenemos una larga lista de nombres con los cuales hemos de comprobar esta afirmación… Albert Einstein, Isaac Newton, Charles Darwin, Platón, Arquímedes de Siracusa, Galileo Galilei, Louis Pasteur, Leonardo Da Vinci, Nicolás Copérnico, Stephen Hawking, Alexander Fleming, Johannes Kepler, James Clerk Maxwell, Ernest Rutherford, Erwin Rudolf Josef Alexander Schrödinger (con todo y su gato), Max Planck, Sigmund Freud, Gregor Mendel, René Descartes o Aristóteles… y cuando terminamos una lista que puede seguir y seguir, nos acordamos de una sola mujer, Marie Curie.
Marie Salomea Sklodowska Curie, química y física polaca, quien dedicó su vida al estudio de la radioactividad, siendo la máxima pionera en este ámbito. Además de ser la primera persona en conseguir dos premios Nobel, algo que ni el celebérrimo Einstein logró (a pesar de merecerlo). Pero que ha de ser más que claro que no es la única.
Se tiene constancia de la participación activa de las mujeres en el mundo de la ciencia desde épocas que se remontan al año 2700 a. de C. con una "médica principal", a una egipcia, Merit Ptah quien es la primera mujer mencionada en la Historia de la ciencia; a ella le sigue Agamede, quien fue citada por Homero como curandera en la Antigua Grecia antes de la Guerra de Troya, así como Agnodice, que fue la primera médica en trabajar como tal en el siglo IV a. C. en Atenas.
Los estudios de la Filosofía natural en la Grecia antigua, se cita la participación de mujeres entre las que se incluye Aglaonike, quien predijo eclipses, y a Téano, una médica y matemática que fue pupila de Pitágoras en la escuela fundada por él en Crotone.
A esta lista inicial se suma una gran cantidad de mujeres extraordinarias que han contribuido profundamente en el desarrollo de la ciencia como lo son Hipatia de Alejandría, Valerie Jane Morris-Goodall, Marie-Sophie Germain Amalie Emmy Noether, Barbara McClintock, Lise Meitner, Augusta Ada King, Condesa de Lovelace, Susan Jocelyn Bell Burnell, Rosalind Elsie Franklin, Esther Lederberg, Ida Tacke, Chien-Shiung Wu, Henrietta Leavitt…
Y en la actualidad, sólo van aquí diez mujeres latinoamericanas que están hoy a la vanguardia en diferentes campos de la ciencia, todo esto para afirmar que la ciencia también es cosa de mujeres… Raquel Chan, bióloga argentina; Kathrin Barboza, bióloga boliviana; Marcia Barbosa, física brasileña; María Teresa Ruiz, astrónoma chilena; Diana Marcela Bolaños, bióloga colombiana; María Amparo Pascual, bioestadística cubana; Eugenia del Pino, bióloga ecuatoriana; Susana López, investigadora biomédica mexicana; Idelisa Bonelly, bióloga marina dominicana; Mayly Sánchez, física venezolana.
A fin de cuentas, nada es cosa de mujeres o de hombres, todo es cosa de todos; esto es algo que debemos entender y sobre todo vivir; no es cuestión de "conceder" o "dar oportunidad" o "ayudar", sino de participar sin etiquetas.
Por: Raúl Humberto Muñoz Aragón
