A fines de este mes, estaremos revisando, como cada año, las dolorosas cifras de nuestros jóvenes que aspiran a un lugar en la educación media superior y superior y que probablemente no lo obtendrán.
La crisis mundial en 2007 dejó ver que uno de los grupos sociales más vulnerables es el de los jóvenes, según datos de la OIT, se observaron tasas de desempleo juvenil del 13 %.
Por otro lado, los jóvenes que logran incorporarse al mercado laboral son más susceptibles a trabajar en empleos informales e inseguros. En contraparte, son los trabajadores más vigorosos. Esta combinación los vuelve muy atractivos en los mercados laborales. Ante este panorama, la educación es estratégica para los jóvenes, sin embargo, ¿cómo pinta el futuro educativo de los jóvenes en México?
El Inegi informó que 11 millones de mexicanos tenían entre 15 y 19 años en el 2010, sin embargo, sólo el 51.2 % de ellos asistía a la escuela.
Actualmente, 100 mil 864 jóvenes de todo el país buscan un lugar en el IPN, lo que representa un aumento del 14.19 % respecto del año pasado. En 2015 eran más de 88 mil aspirantes y sólo aceptaron al 26 %. Con respecto a la UNAM, en 2015 solicitaron su incorporación 60 mil 254 jóvenes y rechazaron a más de 53 mil 361. Estamos hablando de que casi el 90 % de los jóvenes que solicitan un lugar en dos de las universidades públicas más reconocidas del país y de América Latina son rechazados.
Un programa social que ha impulsado el jefe de gobierno de la CDMX, llamado "Educación por ti", tendrá este año 100 millones de pesos. Por medio de dicho programa se incorpora a jóvenes al nivel medio superior y superior, tanto a universidades públicas como privadas. Éstas últimas están recibiendo fondos públicos que se deberían dirigir a ampliar la cobertura de la educación pública.
Diversos y velados son los mecanismos para la privatización de la educación. Si en verdad el Estado está interesado en defender la educación pública, como dice, y mejorar su calidad, el acceso de los jóvenes a la educación superior es aún una materia pendiente.
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