Aispuro señaló que dentro de dicha investigación se busca dar con el paradero de un equipo especial cuya utilidad originial debió ser contra los secuestros, pero fue utilizado en situaciones diferentes al objetivo de seguridad pública. (TWITTER)
El supuesto espionaje telefónico practicado por la pasada administración estatal en Durango, a cargo de Jorge Herrera Caldera, forma parte de las investigaciones que se llevan a cabo en las auditorías que ordenó el actual gobierno de José Aispuro Torres.
El gobernador duranguense señaló que dentro de dicha investigación se busca dar con el paradero de un equipo especial cuya utilidad original debió ser contra los secuestros, pero fue utilizado en situaciones diferentes al objetivo de seguridad pública.
"No tenemos el equipo porque se lo llevaron antes, tampoco tenemos una conclusión de a quiénes estaban espiando o vigilando", pero ya existe una investigación al respecto, según confirmó ayer el gobernador de Durango.
Refirió que el tema del espionaje telefónico es parte de la auditoría que se lleva a cabo en el Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C5) de Durango, cuya información relacionada con adquisiciones de equipo e infraestructura se catalogó como "clasificada" por parte de la anterior administración, lo cual impedirá que se dé a conocer hasta el año 2021.
Desde 2015 se dio a conocer que el gobierno de Durango fue uno de los principales clientes de una empresa italiana dedicada a la fabricación de software espía, cuyo equipo tuvo un costo superior a los 421,000 euros.
Aispuro aclaró que "el gobernador no será quien haga las denuncias de las auditorías, sino las instancias correspondientes", y consideró que hasta enero del próximo año la Contraloría podrá dar a conocer algunos de los resultados.
