Estadísticas. La titular de IEEA, Carmen Ruiz, dijo que en Coahuila hay más de 41 mil personas que no saben leer ni escribir. (GUADALUPE MIRANDA)
En el marco del 35 aniversario del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA), el Instituto en Coahuila entregó 470 certificados a quienes pese a su edad, lograron concluir su formación Primaria y en otros casos, hasta Secundaria.
La entrega estuvo a cargo de la directora general del Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA), María del Carmen Ruiz Esparza acompañada por el delegado de Prospera, Armando Guerrero.
De acuerdo con Ruiz Esparza, se estableció una alianza con el programa federal Prospera, a fin de localizar a las personas mayores que no han terminado su educación básica.
Y es que de las 41 mil personas que no saben leer y escribir en Coahuila, la gran mayoría se encuentran ubicados en las zona marginadas de las ciudades como: Torreón, Saltillo, Acuña, Piedras Negras, Monclova, de las cuales el 76 por ciento, se localizan en el medio rural.
"A través de ellos (Prospera), de la organización que tienen establecida podemos llegar a las personas y ofrecer el servicio, así como el Conafe, que están ubicados en más de 400 comunidades rurales", explicó la directora general.
De acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal del Inegi, en Coahuila 140 mil 169 personas no han concluido la primaria, y 390 mil su formación secundaria.
"Somos afortunados, el Estado tiene un promedio de 10.2 de nivel educativo, es decir, en promedio la población ha rebasado la secundaria, pero seguimos teniendo esos 41 mil personas", comentó Ruiz Estrada.
Gracias al programa Especial de Certificación, se podrán entregar 10 mil certificados en toda la entidad, de los cuales el 90 por ciento, se logró gracias a la alianza con Prospera.
"En Coahuila el tema de la alfabetización se ubica básicamente en personas mayores de 60 años, son personas que no tuvieron oportunidad de ir a la escuela o que si fueron, fueron generalmente los primeros años, pero a la edad que ya tienen, no recuerdan letras, son torpes para escribir, tienen una serie de limitantes que en nuestro instituto se les denomina, analfabetas funcionales, porque de alguna manera fueron a la escuela, pero ya no recuerdan cómo leer o escribir y nuestra misión es abatir ese rezago educativo".
