La frágil Unión Europea ha sufrido un nuevo golpe con el anuncio de dimisión del primer ministro italiano, Matteo Renzi, tras perder el domingo el referéndum sobre su reforma constitucional. Bruselas teme la inestabilidad política y económica de un socio clave, y el impulso que esto puede suponer para los partidos antisistema.
La ultraderecha europea ya ha tratado de apropiarse del resultado de la votación en Italia. Los eurófobos británicos, franceses y holandeses lo vinculan al fracaso del proyecto comunitario. "Los italianos han rechazado a la UE y Renzi", ha celebrado Marine Le Pen en Twitter: "Hace falta escuchar la sed de libertad y protección de las naciones".
Los gobiernos de Alemania y Francia, los grandes socios europeos de Renzi, quedan heridos. El nuevo terremoto político deja un "sentimiento de preocupación", según el ministro de Exteriores germano, Frank-Walter Steinmeier.
Italia es la tercera economía de la zona del euro, pero, a su gran deuda pública y la tradicional falta de crecimiento, hay que añadirle que algunos de sus bancos han perdido la mitad de su valor este año.
Si el país no encuentra una solución rápida para rescatar a los bancos morosos (350 mil millones en créditos no rentables), la crisis del euro podría volver. Esa necesidad de una solución urgente es lo que preocupa a Bruselas respecto a un país que, por lo demás, está acostumbrado a los cambios constantes (63 gobiernos en los últimos 70 años).
Los mercados no han castigado demasiado la derrota de Renzi, pero los analistas financieros coinciden en que la reacción inmediata al referéndum fue sólo la primera bola de partido, y que la fase de inestabilidad política que se abre favorecerá momentos de infarto.
La solidez del Banco Central Europeo ha servido hasta ahora de paraguas. Pero, "si a las elecciones en Francia y Alemania en 2017 se unen unos comicios anticipados en Italia, las curvas del mercado van a ser muy pronunciadas.", explica el economista Santiago Carbó en el diario español El País. España es uno de los países más preocupados, puesto que sería el primero en ser arrastrado si se desata la incertidumbre.
La evolución política del país será la clave. Mariangela Paone, periodista italiana, explica por correo electrónico que el anuncio de Renzi de que deja el gobierno "no significa que se vaya a unas elecciones de inmediato.
La dimisión de Renzi ha sido aplazada unos días porque hay que aprobar los presupuestos del Estado, y el presidente de la República, Sergio Mattarella, ha pedido estabilidad ante este voto crucial para una economía que aún es débil".
Así, "en los próximos días se abren varios escenarios: el más probable es un gobierno de transición, siempre encabezado por alguien del Partido Democrático [de Renzi], que apruebe una nueva ley electoral para luego sí ir a nuevas elecciones".
Según Paone, "el beneficiario del resultado es el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que pide elecciones ya. Quiere capitalizar el éxito y, para hacerlo, ya ha caído en contradicción... Pide que se vote, aunque la ley sea el llamado Italicum, la ley aprobada hace unos meses y que algunos representantes del partido hubieran tachado de fascista. Esta ley tiene un premio de mayoría del 54% de los escaños a la lista más votada y, con los sondeos en la mano, beneficiaría al Movimiento".
Es este ascenso de Grillo la posibilidad que más temen los mercados y la propia UE. El político incluso asegura que, de ganar, plantearía un referéndum sobre la salida de Italia del euro. Sería muy difícil legalmente lograrlo, pero el anuncio bastaría para lanzar a Europa al caos, sin un programa político claro y todavía pendiente de negociar las condiciones de la salida británica tras el "Brexit".