Votación. Colombianos deberán refrendar el acuerdo de paz con una votación el próximo dos de octubre.
Luego de medio siglo de sangrientos combates y cuatro años de tensas negociaciones para llegar a la paz, comienza el trabajo duro para Colombia.
Los 7,000 guerrilleros que se estima tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregarán sus armas en los próximos seis meses a un grupo supervisado por las Naciones Unidas.
Pero una vez en efecto el cese del fuego permanente tocará abordar una cuestión sensible: la justicia y compensación de las millones de víctimas del conflicto. Parte del trato incluye que los rebeldes que confiesen sus crímenes evadirán penas en prisión y a cambio deberán realizar servicios comunitarios en las zonas más afectadas por el conflicto armado.
Este punto no ha caído bien a los colombianos y es el principal factor por el que personas anticiparon que votarán por el "no" en el plebiscito del 2 de octubre para refrendar el acuerdo.
"Desde que no haya más muertos yo me aguanto cualquier cosa, incluso que esos señores de las FARC no paguen cárcel", dijo Laura Sánchez, una estudiante de enfermería de 24 años que llegó a Bogotá en 2009, huyendo de la violencia de su natal Arauca.
Según las últimas encuestas el "sí" triunfaría por un amplio margen en la consulta popular del domingo.
PERDURAN MINAS
Las marcas de la violencia no sólo están en la memoria. También están en la tierra en miles de minas plantadas en varias regiones del país que el gobierno y las FARC se han comprometido a extraer de manera conjunta.
Ayer martes las autoridades informaron que mientras la víspera el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", ponían su firma al acuerdo de paz un niño murió en un alejado poblado del interior al pisar una mina antipersonal. "Entró a un sembrado de plátano y murió por la explosión de la mina", dijo el ministro Rafael Pardo, Alto Comisionado para el Postconflicto. Aún hay 700 poblados sembrados de minas y que removerlas llevará cinco años.
Riesgo
Otro riesgo para la seguridad es el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
⇒ Podrían intentar llenar el vacío que deje el retiro de las FARC.
⇒ El gobierno y el ELN mantienen conversaciones para un desarme, pero están sujetas a que el grupo abandone los secuestros.
