Cameron insistió en que la economía británica estaba robusta y podía resistir la conmoción financiera. (ARCHIVO)
El primer ministro británico David Cameron insistió el lunes en que la impactante decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea no enviará en picada a la economía del país, aun cuando le retiraron la máxima calificación crediticia, y la libra y los mercados bursátiles siguen cayendo.
La agencia Standard & Poor's redujo dos niveles la calificación de la deuda soberana del país, de AAA a AA, y describió el resultado del referéndum como un "acontecimiento trascendental" que "propiciará un marco político en Gran Bretaña menos predecible, estable y efectivo".
Horas después, Fitch Ratings hizo lo propio y bajó la calificación crediticia al país de AA+ a AA.
Ambas agencias dijeron que mantenían un panorama negativo a sus calificaciones de la deuda británica, lo que significa que podrían reducirlas aún más.
Standard and Poor's mencionó entre sus factores considerados los riesgos para la economía y las finanzas públicas, el papel de la libra como divisa para reservas internacionales y "riesgos para la integridad constitucional y económica de Gran Bretaña" debido a que la firme votación en Escocia a favor de la permanencia en la UE podría aumentar las perspectivas para la realización de un nuevo referéndum sobre la independencia escocesa.
En un discurso pronunciado horas antes en la Cámara de los Comunes, en la primera sesión de ésta desde el referéndum de la semana pasada, Cameron insistió en que la economía británica estaba robusta y podía resistir la conmoción financiera.
"Está claro que los mercados son volátiles, que hay algunas empresas que están sopesando sus inversiones y sabemos que esto va a estar lejos de ser un lecho de rosas", declaró el conservador Cameron.
"Sin embargo, hay que tener confianza en el hecho de que Gran Bretaña está preparada para hacer frente a lo que depara el futuro para nosotros desde una posición de fuerza", agregó.