Riesgos. Cientos de personas en Siria podrían quedar aisladas y excluidas de toda ayuda humanitaria.
Naciones Unidas exhortó ayer martes a Turquía a abrir sus puertas a los miles de sirios que se han agolpado en la frontera después de huir de la violencia. A la vez, advirtió que cientos de miles de otras personas en la mayor ciudad siria podrían quedar aisladas pronto de toda ayuda humanitaria en medio de enérgicos ataques aéreos sirios y rusos.
Turquía, que ya tiene dos millones y medio de refugiados sirios, insiste en que tiene las puertas abiertas a los sirios que escapan al conflicto, pero ha mantenido cerrado un cruce fronterizo durante varios días. Funcionarios del gobierno dicen que Turquía asistirá a los desplazados sirios dentro de las fronteras de estos "en la medida de lo posible" y que los admitirá "cuando sea necesario".
La oficina de la agencia humanitaria de la ONU dijo que 300,000 personas podrían quedar sin asistencia si el gobierno sirio y las fuerzas aliadas circundan la ciudad de Alepo y cortan la última salida. La agencia OCHA dijo que los líderes locales creen que hasta 150,000 personas podrían tratar de huir a la cercana Afrin y alrededores.
Por su parte el vocero de la agencia de refugiados de la ONU, William Spindler, pidió a Turquía ayer martes que abra sus fronteras "a todos los civiles que huyen del peligro y solicitan protección internacional como lo han hecho desde el comienzo de esta crisis".
Spindler también exhortó a otras naciones a compartir más la carga de los refugiados y colaborar para poner fin al conflicto. "La respuesta a esta crisis es que el proceso de paz continúe y se solucione el conflicto", afirmó.
El primer ministro turco Ahmet Davutoglu instó al mundo a manifestarse contra "los implacables bombardeos rusos a blancos civiles" en Siria. Pronosticó que Rusia se retirará de Siria de manera vergonzosa, tal como se fueron las fuerzas soviéticas de Afganistán.
Efe