Compromiso. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, refrendó el compromiso de EU con la política de ‘una sola China’.
La Casa Blanca aseguró ayer que ha mantenido contactos con China para calmar la situación después de la llamada telefónica entre el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, algo que, a juicio del Gobierno de Barack Obama, puede dañar las relaciones con Pekín.
"Puedo confirmar que funcionarios estadounidenses, incluidos altos cargos del Consejo de Seguridad Nacional (de la Casa Blanca) han estado en contacto con sus homólogos chinos para reiterar el compromiso de nuestro país con la política de una sola China", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El pasado viernes, Tsai telefoneó a Trump para felicitarle por su éxito en las elecciones y ambos mantuvieron una conversación de diez minutos, lo que supuso el primer contacto formal de alto nivel entre EU y Taiwán que se producía en casi cuarenta años.
China considera a la isla de Taiwán como una provincia "rebelde" y parte del territorio bajo su soberanía, por lo que la llamada de Trump provocó una protesta formal del Gobierno chino ante Washington, al tiempo que generó altas expectativas en Taiwán.
Earnest defendió que la política de "una sola China" está basada en negociaciones de "tres presidentes estadounidenses diferentes, de distintos partidos" y por una ley sobre las relaciones con Taiwán.
"Esta es una política que ha estado en vigor durante casi 40 años y ha estado centrada en promover y preservar la paz y la estabilidad en el estrecho", afirmó y subrayó que esa táctica "ha permitido hacer avances en la relación con China.
ha estado
vigente la
política de ‘una
sola China’