La Fiscalía suiza abrió una investigación contra el exfutbolista Franz Beckenbauer por lavado de dinero. (AP)
Franz Beckenbauer, una leyenda viviente del futbol, es sospechoso en una pesquisa criminal por fraude relacionado con la Copa del Mundo de 2006.
La casa de Beckenbauer en Austria fue allanada ayer por fiscales suizos que investigan el caso relacionado con la FIFA. La procuraduría suiza indicó que abrió un caso criminal contra Beckenbauer y otros tres miembros alemanes del comité organizador del Mundial de 2006.
Los cuatro son sospechosos fraude, lavado de dinero, mala administración criminal y malversación relacionados con un pago de 6.7 millones de euros (7.3 millones de dólares) vinculado con la FIFA antes del torneo que se realizó en Alemania.
"Se realizaron allanamientos simultáneos para recopilar evidencia en ocho lugares distintos", señaló la fiscalía suiza en un comunicado. "Además, varios sospechosos fueron interrogados por o a nombre de la Oficina del Fiscal General de Suiza".
Los abogados de Beckenbauer dijeron que el exfutbolista coopera "con todas las autoridades involucradas".
"Franz Beckenbauer ha colaborado con las investigaciones de los fiscales suizos desde que está al tanto de ellas, y cooperó en el allanamiento de hoy", dijeron los abogados Werner Leitner y Michael Nesselhauf en un comunicado.
Tres de los sospechosos fueron o son miembros del comité ejecutivo de la FIFA: Beckenbauer, Theo Zwanziger y Wolfgang Niersbach.
El comité de ética de la FIFA suspendió en julio a Niersbach por un año por no denunciar sospechas de actos criminales. Su período finaliza en 2019.
El cuarto sospechoso es Horst Schmidt, vicepresidente del comité organizador de 2006.
Beckenbauer, Zwanziger y Schmidt también son investigados desde hace varios meses por el comité de ética de la FIFA por sospechas de sobornos.
El expediente criminal suizo, abierto oficialmente en noviembre pero sólo confirmado hasta ayer, provocó una tormenta en la federación rectora del fútbol de la selección campeona del mundo, y dañó la reputación de una Copa del Mundo que fue un éxito rotundo para el país anfitrión.
También amenaza con arruinar la reputación de Beckenbauer, un ex jugador y ex entrenador de 70 años que es considerado como el más grande futbolista alemán de todos los tiempos. Beckenbauer ganó mundiales como jugador y técnico, y después fue el rostro del comité organizador de 2006.