Crucial. Lamentó Antonio Villarraigosa que en los últimos años se criminalizó la inmigración de manera indebida.
Antonio Villarraigosa, exalcalde de Los Ángeles, y el diputado federal Clemente Castañeda llamaron a formar un frente común en México y Estados Unidos para contener al candidato republicano Donald Trump y reparar el daño que ha causado su discurso de exclusión, racista y de odio en la comunidad latina, así como en la relación bilateral.
Al participar en la inauguración del foro "Derribando ese muro: las elecciones en Estados Unidos y el efecto Trump", Villarraigosa dijo que ante el discurso de Trump es importante entender que los mexicanos en Estados Unidos representan el grupo poblacional que menos solicita su ciudadanía, que menos se registra para votar ni va a las urnas.
"¿Por qué Trump habla de esta manera? Porque puede hacerlo y no hay consecuencias. Él jamás hubiera hablado abiertamente de un grupo tan grande si este grupo votara, pero como no vota cree que puede hacer lo que le dé la gana", dijo Villarraigosa, quien fue el primer alcalde de origen latino en Los Ángeles.
El político estadounidense destacó que es importante entender que la demagogia antimexicana ha alcanzado una dimensión no vista en décadas, pero aclaró que la gran mayoría de los estadounidenses no siente odio por México.
"Trump puede ganar", dijo. "La elección está cerrada y hay mucha más emoción atrás de la candidatura de Trump. La emoción promueve el voto y hay más emoción de su lado que del nuestro", advirtió.
Villarraigosa advirtió que el fenómeno Trump no desparecerá aun si gana la elección y tampoco la oposición a temas como el Tratado de Libre Comercio. "Perdimos y ganamos trabajos en algunos sectores, pero debemos entender que en medio se encuentra un nivel de comercio que nos va a afectar a todos. Si gana Trump y trata de renegociar el tratado comercial, va a costar empleos y sabemos qué va a pasar con el peso y el dólar".
Dijo que Trump ha dicho que si gana propondrá una reforma migratoria en cien días, pero es importante entender que no será aprobada sin la ayuda de los republicanos. "¿Que va a pasar?", preguntó Villarraigosa. "Va a continuar la frustración y el sentimiento de los latinos contra los políticos, sus promesas incumplidas, su falta de apoyo".
Por eso el exalcalde de Los Ángeles insistió en la importancia de construir un frente contra estas políticas de Trump.
"Deberían hacerlo los partidos en México, porque es momento de estar unidos todos contra esto, aquí y allá", subrayó. "Tenemos que crear un frente popular en México y Estados Unidos. Trump no es ni republicano ni conservador, dice lo que cree que es popular y le puede ganar votos. Con respeto para los republicanos y los conservadores digo que tenemos que trabajar juntos contra este fenómeno".
Llamó la atención en que esta demagogia no es nueva, pero destacó que nunca había alcanzado este nivel y con tanto apoyo en Estados Unidos. "Este hombre (Trump) está hablando abiertamente de manera racista, contra la mujer, dice que va a cerrar las mezquitas".
Lamentó que en los últimos años se criminalizó la inmigración de manera indebida y contra lo que se lee en las estadísticas, y consideró que llegará un día en el que la frontera entre México y Estados Unidos será similar a la que delimita Europa. Un día la integración de las economías va a ser mucho más fuerte porque va a beneficiar a los tres países y todos los demás países van a desear una integración.
Villarraigosa subrayó que existen 20 millones de latinos elegibles para votar, pero hay quienes pueden hacerse ciudadanos y no lo hacen. Expuso que ninguno de los partidos en Estados Unidos ha hecho lo suficiente para registrar a los latinos y organizarlos para ir a votar.
"Sólo lo hacen durante las elecciones. Si sabemos que los que no votan son pobres y mal educados tenemos que trabajar más duro y ninguno de los partidos está haciendo lo suficiente", dijo.
El diputado del Movimiento Ciudadano Clemente Castañeda lamentó que el gobierno federal no reaccionara a tiempo ante el discurso de odio contra los mexicanos y las amenazas potenciales a la relación bilateral que representa Trump.
"Desestimaron este fenómeno, decidieron que no merecía acciones contra el discurso de odio, esperaron a la candidatura y después a que creciera en las encuestas; reaccionaron tarde y mal y protagonizaron las 36 horas más vergonzosas de la historia reciente con una estrategia errática que sólo tensó más la relación bilateral".
El legislador federal advirtió que el discurso de odio tiene consecuencias. "La pregunta es cómo derribamos ese muro que tensa y discrimina y amenaza la posibilidad de una relación duradera y de confianza".
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