LeBron James y Kyrie Irving (centro) se convirtieron el lunes en la primera pareja de compañeros que anotan 40 puntos o más en un juego de final en la historia de la NBA. (AP)
El espectacular drible de Kyrie Irving ocurrió casi en el mismo lugar en el que su primer viaje a la Final de la NBA terminó abruptamente el año pasado, cuando sufrió una severa lesión en la rodilla.
Esta vez, no se desmoronó. Utilizó su mano izquierda para mantener el equilibrio, antes de cambiar el balón de mano, detenerse, girar y encestar un tiro a la media vuelta ante la férrea defensa de Klay Thompson, de Golden State, quien sólo pudo agitar la cabeza incrédulo.
UN IRVING INSPIRADO
En el juego más importante de su vida, Irving respondió con creces.
Encestando disparos de todas partes, Irving igualó los 41 puntos de su compañero LeBron James para que los Cavaliers de Cleveland mantuvieran viva su temporada al vencer en el quinto juego de la Final 112-97 a los Warriors, que extrañaron al suspendido alero Draymond Green.
“Es posiblemente una de las mejores actuaciones que haya visto en vivo”, dijo James, quien junto a Irving conforma la única dupla de compañeros en anotar 40 puntos en un juego de finales en la historia.
Irving tal vez deba duplicar sus esfuerzos si los Cavs intentan obligar a un séptimo encuentro, y, tal vez, convertirse en el primer equipo en reponerse de una desventaja de 3-1 en la Final.
“No estamos satisfechos”, afirmó Irving. “Entendemos la magnitud del sexto juego en casa, y sabemos del increíble nivel al que van a jugar, y nosotros debemos ser incluso mejores. Con la temporada de Cleveland contra la pared, Irving encontró el equilibrio en su sexto juego de una Final. Desde luego ayuda cuando encesta sus disparos, como lo muestra su promedio de 35 puntos en los últimos tres juegos.
‘ME TUVO DE CLIENTE’
“Kyrie estuvo genial y me tuvo de cliente”, dijo Thompson. “Encestó tiros complicados, pero no hay nada que pueda hacer al respecto. A veces uno levanta la mano y el balón pasa por el aro”.
Este era el Irving que necesitaba Cleveland, el complemento perfecto a James, el que se vio obligado a hacerle frente a los Warriors el año pasado sin la ayuda de su estelar base, quien se lesionó en el primer juego de esa serie, y sin Kevin Love, quien sigue siendo una interrogante, especialmente luego de conseguir apenas dos puntos el lunes.
Por fortuna para los Cavaliers, la dupla de Irving y James entró en una sintonía nunca antes vista.
Bogut está en duda
Un esguince en la rodilla izquierda tiene en duda a Andrew Bogut para el sexto juego por la serie final de la NBA.
El poste de 2.13 metros será sometido a una resonancia magnética, para que los médicos conozcan la dimensión de la lesión y confirmen el tiempo que estará inactivo.
“Lo necesitamos”, admitió el entrenador Steve Kerr, quien no tiene mucho tiempo para tener un repuesto con esas dimensiones, pero ya se fija en su posible relevo, que puede ser Festo Ezeli, el nigeriano de 2.11 metros.
El africano se dio cuenta de que Bogut “no caminaba bien al salir de la cancha y apoyaba el pie para ver qué tan mal se sentía. Estamos para dar todo por el equipo”.