Bernie Ecclestone defendió la sede de Azerbaiyán para la Fórmula Uno.
El jefe comercial de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, se dijo confundido ante las críticas de los grupos de derechos humanos por la llegada de la serie a la capital de Azerbaiyán, Bakú, para el Gran Premio Europeo del fin de semana.
Las organizaciones de derechos humanos han manifestado por mucho tiempo sus preocupaciones respecto a la corrupción y las restricciones a la oposición política bajo el gobierno de Ilham Aliyev, que sucedió a su padre en 2003. Algunos grupos en defensa de los derechos han criticado a la F1 por organizar un evento en el país, mientras que otros han exhortado a la serie a usar la carrera para exponer los temas de los derechos.
Sin embargo, Ecclestone indicó en el circuito callejero de ayer que era una cuestión de definición.
"En el momento en que alguien me diga qué son los derechos humanos, entonces podemos echarle un vistazo, y veremos cuándo y dónde aplican", señaló.
Azerbaiyán, una nación rica en petróleo de aproximadamente 10 millones de habitantes apretada entre Irán y Rusia en el Mar Caspio, ha tratado de limpiar su imagen a través de albergar eventos internacionales como la F1 y el Festival de la Canción Eurovisión.
Ecclestone explicó que el contrato con Azerbaiyán fue por 7 años con una opción para una extensión. Existe escepticismo sobre el poder duradero de nuevas carreras después de la pronta llegada y salida de competencias en La India o Corea del Sur durante la última década, pero Ecclestone, de 85 años, bromeó comentando que "hay más posibilidades que ellos duren siete años que yo".
