Jugadores de Jefes Fuerza Lagunera posan con miembros del albergue.
Aún y con el desorden administrativo, los jugadores de Jefes Fuerza Lagunera demostraron nobles sentimientos y deseos de realizar labor social.
Al término de la práctica del pasado martes, los jugadores Mauricio Cheda, Jalen Cannon y Javier Mojica encontraron a un perro abandonado afuera del Auditorio Municipal, al que realizaron algunos cariños al verlo desahuciado. El cachorro los siguió al edificio donde viven, pero ahí se toparon con la prohibición de tener mascotas. Contactaron entonces a Brenda Morelos, directora de Proyecto Cel, quien recogió al perro para darle una alimentación adecuada y ponerlo en adopción.
El requisito para que este albergue recoja a un perro abandonado es que les otorguen a cambio una bolsa de croquetas, pero los jugadores de Jefes le propusieron un interesante trato a la defensora de los animales: ellos le regalarán sus uniformes de juego y entrenamiento, una vez que termine la temporada, para que el personal del albergue canino los pueda vender o subastar y con ello compren más croquetas para los perros que han encontrado refugio en ese albergue.
El personal del albergue aceptó gustoso la negociación y acudió durante el entrenamiento de ayer al Auditorio Municipal para sellar el compromiso con los jugadores involucrados. El resto del plantel, al darse cuenta de la buena acción de sus compañeros, decidió sumarse a la iniciativa.
La Tribu Lagunera se tomó la fotografía con el personal del albergue y posaron con diversos mensajes encaminados al respeto de los derechos de los animales y a promover la adopción de perros, antes de recurrir a las compras.
La temporada para Jefes Fuerza Lagunera culminará el próximo 5 de marzo y será a partir de entonces cuando puedan hacer entrega de sus prendas, para que el personal del albergue pueda dictaminar la mecánica que emplearán para subastar o vender las mismas.
Por lo pronto, el perro estará en ese albergue bien cuidado, alimentándose y esperando por alguien que pueda adoptarlo para brindarle una vida digna, además de asignarle un nombre, que bien podría ser "El Jefe", en homenaje a los jugadores que lo rescataron de la calle.
