Sin dar una gran exhibición , Santos Laguna ganó su sexto juego del Clausura que sumando sus tres empates le dan una cosecha de 21 puntos, es decir arañando la calificación, además ya maneja una diferencia positiva de más dos. El partido del viernes era ganar sí o sí y se ganó con asombrosa facilidad, gracias en parte a que la combatividad que caracterizaba a los Tiburones de los dos torneos anteriores ha desaparecido, al parecer los futbolistas jarochos ya no están tan involucrados con el "Maestro" Reinoso que aparentemente les exprimió hasta la última gota de sudor después de calificar en dos torneos seguidos, aun así Veracruz jugará en el Pirata Fuente la final de la Copa MX contra el Necaxa, al parecer los suplentes del Tiburón siguen poseyendo la chispa que los titulares en Liga ya consumieron.
Santos y Veracruz protagonizaron un primer tiempo que hubiera resultado totalmente infumable de no ser por la atajada de Federico Marchesín al disparo de Villalba, una pintura de Rembrandt se queda corta ante la belleza del vuelo del guardameta santista, el Keko empalmó con negras intenciones, la velocidad y colocación del balón hacían la inevitable igualada para los jarochos, sólo restaba ver cómo la pelota se estrellaba en la red y admirar por su gran gol al nueve de los rojos, pero ¿Cómo qué esa pelota no entró? ¿Acaso la desvió Marche? No, imposible, ¡esa bala no la para nadie ¡ bueno…solo… Agustín Federico Marchesín, la desviada a mano derecha extendiéndose a full fue de una belleza deslumbrante, hacía falta una parada de esa magnitud para hacer palidecer el craso error del martes en medio del smog en el Azteca.
El consuelo y abrigo que le dio la familia santista al arquero lagunero después de la eliminación fue conmovedora, al grado que provocó el mensaje de Marche, reiterando su fidelidad a prueba de millones de verdes con el equipo de nuestra Comarca, fue lo rescatable dentro de otro frustrado viaje al Mundial de Clubes. El error de Marche del martes por la noche fue proporcional a su grandeza, es como aquel legendario autogol del inmenso Superman Marín, que al intentar habilitar a un compañero con las manos se arrepintió en pleno movimiento y terminó enredándose metiendo el balón a su meta. Bien por afición y portero, parte fundamental de la familia santista.
Como ha podido y con la herramienta que tiene disponible, Zubeldía se encamina a concluir un buen torneo regresando al equipo a donde pertenece, siempre dentro de los primeros ocho, llegó con la pretemporada en pleno, ha trabajado con lo que le han heredado, le ha regresado la dignidad al equipo sobre todo en casa, después de convertirse en el peor campeón defensor de la historia, Santos Laguna ha regresado a la normalidad. Luis Zubeldía como todo Director Técnico que se precie se casa con ideas y jugadores que para medios y público no tienen lógica, pero eso no es nuevo, no existe un entrenador en el mundo que esté de acuerdo con los fans a la hora de formar el once inicial. Y atención, porque si este equipo califica puede llegar lejos, están los mismos que sorprendieron al reino animal el pasado Clausura. Tigres, Chivas y Gallos fueron extinguidos por Djaninny, Calderón, González, Molina, Chuleta y compañía. Pero, primero calificar y después averiguamos ¿sale?
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